ALBERICO II (Príncipe y senador romano)

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MAROZIA contrae matrimonio con Alberico I el Mayor, marqués de Camerino y duque de Spoleto.


MAROZIA contrae matrimonio en tres ocasiones con altos personajes de la nobleza. Su primer marido, ALBERICO I el Mayor, marqués de Camerino y duque de Spoleto, la desposa en el año 909 cuando está embarazada de la relación que mantiene con el papa SERGIO III.

MAROZIA, viuda de GUIDO de Toscana, se casa con el rey HUGO de Provenza. Encarcelada, es asesinada.


En 929 ha fallecido Guido de Toscana y MAROZIA decide en 932 casarse con su cuñado, el hermanastro de su difunto marido y rey de Italia, HUGO de Provenza, para lo cual se debe anular el matrimonio de HUGO ya que este se encuentra casado. La anulación matrimonial la consigue fácilmente ya que el papa que rige la Iglesia es JUAN XI, el propio hijo de MAROZIA. MAROZIA también espera que HUGO sea coronado emperador por su hijo. Su otro hijo, ALBERICO II (hijo de ALBERICO I), se opone violentamente a todo ello. Cuando se está celebrando el banquete de bodas, HUGO insulta a ALBERICO. Este se revela contra su madre y empuja al pueblo de Roma a levantarse contra la opresora. ALBERICO II encarcela a su madre y a su hermano, el papa JUAN XI. El marido de MAROZIA se las arregla para huir. A JUAN XI lo liberará finalmente pero lo mantendrá bajo arresto domiciliario hasta su muerte que ocurrirá unos meses después. Nada más se sabrá de MAROZIA que seguramente será asesinada en prisión. A partir de este momento, ALBERICO II domina la ciudad y se asegura la sucesiva elección de todos sus candidatos al papado: León VII, Esteban VIII, Marino II y Agapito II.

Fallece JUAN XI recluido bajo arresto domiciliario. Roma se convierte en un ducado independiente.


Fallece el papa JUAN XI que está recluido bajo arresto domiciliario. Roma se convierte en un ducado independiente al mando de ALBERICO II -hijo de MAROZIA- el cual con el apoyo de ODÓN, el abad de la poderosa abadía de Cluny, dirigirá la política eclesiástica de la Iglesia durante los siguientes papados.

LEON VII es entronizado Papa.


LEON VII es entronizado Papa (3.1.936 – 13.7.939). Desaparecida Marozia, su hijo, ALBERICO II, gobernará Roma hasta su muerte, en 954, con el título de “príncipe y senador”. A pesar de sus antecedentes familiares y de sus propias y bárbaras acciones, ALBERICO II será un buen gobernante temporal y su intervención en los asuntos religiosos será beneficiosa para la Iglesia. El papa LEÓN VII se plegará totalmente a los deseos de su protector -ALBERICO II- al igual que en los decenios anteriores lo hicieron sus predecesores con Marozia, la madre de Alberico.

LEÓN VII nombra vicario apostólico y legado pontificio, en Alemania, al arzobispo de Maguncia.


El Papa LEÓN VII interviene mediando entre su protector ALBERICO II y HUGO de Arlés, el tercer marido de Marozia, que como rey de Italia le disputa el poder sobre Roma. LEÓN VII convence a ODÓN, el abad de Cluny , para que se desplace a Roma e intervenga en la disputa, que se solucionará con el matrimonio entre ALBERICO II y la hija de HUGO, Alda. La visita de ODÓN a Roma es aprovechada por ODÓN para convencer al Papa LEÓN VII y a ALBERICO para que le presten su apoyo en la reorganización del monacato que pretende llevar a cabo, no sólo en la zona de Borgoña, donde se situa la abadía, sino en toda Europa. LEÓN VII nombra vicario apostólico y legado pontificio, en Alemania, al arzobispo de Maguncia, Federico, a quien prohibe que bautice a la fuerza a los judíos alemanes aunque le autoriza a que los expulse de las ciudades si rehusan dicho sacramento. Con este papa se inicia una renovación eclesial. Este papa vuelve a ocuparse de la Iglesia ecuménica olvidada por sus antecesores sólo preocupados por Roma.

MARINO II es elegido papa, por disposición del príncipe y senador romano ALBERICO II de Spoleto.


MARINO II -papa- (30.10.942 – 1.5.946). Es elegido papa, al igual que su predecesor, por disposición del príncipe y senador romano ALBERICO II de Spoleto que rige Roma del 932 al 945 . Éste, al igual que su madre Marozia, somete durante décadas a los papas elegidos bajo su mandato. De su pontificado sólo se conservarán algunas actas dirigidas a obispos y abades ya que prosigue la reforma monacal inciada por León VII y el abad de Cluny. Es un hombre piadoso pero que, como sus antecesores, gobernará la Iglesia constreñido por la poderosa personalidad de ALBERICO II. (Este papa fue también conocido como Martín III, debido a que durante la Edad Media el nombre de Marino se confundió con el de Martín, lo que supuso que en la lista de los papas, a Marino I se le llamara Martín II y a Marino II se le llamara Martín III. Este hecho implicó que, al corregirse el error, en las listas actuales de papas se pase de Martín I a Martín IV y no hayan existido papas con los nombres de Martín II y Martín III).

Fallece ALBERICO II, señor absoluto de Roma.


El señor absoluto de Roma sigue siendo ALBERICO II que pone su nombre en las monedas romanas al lado del nombre del papa. ALBERICO II tiene un hijo al que llama OCTAVIANO y al que educa para ser señor de Roma, pero quiere al mismo tiempo que al poder temporal se una el espiritual y así, reúne en S. Pedro a la nobleza y clero romanos para que juren que muerto el actual papa AGAPITO II se elegirá como papa a su hijo OCTAVIANO… (Juan XII) como así ocurrirá. ALBERICO II fallece en la fecha.