ZWINGLIO. ULRICO (Reformador protestante)

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Ulrico ZWINGLIO, párroco de Zurich, empieza a predicar la vuelta al cristianismo primitivo.


Ulrico ZWINGLIO es un párroco de Zurich con una completa formación humanística y admirador de Erasmo de Rotterdam, cuando, en la fecha, empieza a predicar la vuelta al cristianismo primitivo, a criticar los abusos del clero y el tráfico de las indulgencias; se opone también a las servidumbres feudales y los compromisos con las potencias extranjeras. Su doctrina es un conjunto de neoluteranismo y reformismo político social que le valdrá una inmensa popularidad. Las diferencias religiosas motivadas por la predicación de la Reforma iniciada por Zwinglio, provocarán complicaciones políticas y enfrentamientos en lucha armada entre católicos y protestantes.

Los cantones suizos del Norte y del Este siguen las enseñanzas de ZWINGLIO


ZWINGLIO niega la presencia divina en la Eucaristía y por la Controversia de Berna gana, en 1528, las poblaciones de Berna, Basilea, Schaffhausen y San Gall. Los cantones de Glaris, Appenzell y Soleure se dividirán entre católicos y protestantes, mientras que Lucerna y los cantones montañosos permanecerán, junto con los cantones primitivos, fieles a la Iglesia de Roma.

CARLOS (V), amenazado por el peligro turco, duda antes de comprometerse en medidas represivas.


CARLOS (V), amenazado por el peligro turco, sigue dudando antes de comprometerse en medidas represivas, e intenta, por última vez, restablecer la unidad religiosa, convocando la Dieta de Augsburgo en 1530. Melanchton, ZWINGLIO y Bucer representan a las Iglesias protestantes, en ausencia de Lutero, que ha sido expulsado del imperio y no puede participar en la Dieta. Desgraciadamente, el fracaso es total; los reformados se mantienen en sus posiciones.

ZWINGLIO, como LUTERO, es incapaz de vivir el celibato, por lo que abandona el sacerdocio.


ZWINGLIO, como LUTERO, es incapaz de vivir el celibato, por lo que abandona el sacerdocio. El Ayuntamiento de Zurich, intoxicado ya con «las nuevas enseñanzas», nombra a ZWINGLIO predicador oficial. Otros sacerdotes con dificultades parecidas siguen su ejemplo y se casan con monjas exclaustradas. Por otra parte, ZWINGLIO, como LUTERO, ha convertido la santa Misa en «La Cena del señor». ZWINGLIO, sin embargo, cree en la presencia real de Cristo, aunque supeditada a la fe del que recibe el pan y el vino; para ZWINGLIO, sin embargo, «La Cena del señor» no es más que un recuerdo, un memorial. Cuando ambos “reformistas” se entrevistan, en la fecha, en Marburgo, en el castillo del Príncipe Felipe de Hesse, no llegan a un acuerdo. Más tarde, los luteranos se negarán a aliarse con ZWINGLIO y sus seguidores. El Canciller de Felipe llegará a escribir que es preferible aliarse con el infierno que con aquellos apóstatas.

Zwinglio es derrotado y muerto, por las fuerzas católicas, en la segunda batalla de Kappel.


Llega a haber batallas entre las dos clases de cantones en Suiza, ejemplo temprano de lo que se conocerá como «guerras de religión». En la batalla de Kappel, al sur de Zurich, el 11 de octubre de 1531, los zuriqueses son derrotados y ZWINGLIO resulta muerto. Al ser identificado su cadáver, se le descuartiza y arroja al fuego. Tras esta victoria católica se firma la paz y se fija el mapa religioso de Suiza: Zurich, Berna, Basilea y Schaffhausen siguen la reforma, los siete cantones restantes: Uri, Schwyz, Unterwalden, Lucerna, Friburgo, Zug y Solothurn permanecen católicos. Solamente los dominios comunes mantienen unida la Confederación, dividida en ligas católicas y protestantes separadas, con políticas internacionales en muchas ocasiones opuestas. La rivalidad entre Berna y Zurich tiene así un motivo más de enfrentamiento con las querellas religiosas.