La historia de la colonia de África Oriental Alemana, comienza cuando Karl Peters, un aventurero que funda la “Compañía para la Colonización Alemana”, firma unos tratados con jefes nativos del continente frente a Zanzíbar. El 3 de marzo de 1885, el Gobierno alemán anuncia que ha concedido un permiso imperial (en secreto, el 17 de febrero) a la compañía de Peters y pretende establecer un protectorado en África Oriental. Peters recluta a varios especialistas que recorren el país hacia el sur hasta el río Rufiji y al norte hasta Witu, cerca de Lamu en la costa. Cuando el Sultán de Zanzibar protesta (porque se considera gobernante de la tierra continental), el Canciller de Alemania, Otto von Bismarck, envía cinco buques de guerra que llegan el 7 de agosto y disparan contra el palacio del Sultán. El resultado es que los británicos y los alemanes acuerdan dividir el territorio continental en esferas de influencia, y sin el apoyo británico el Sultán tiene que transigir. En la colonia, los alemanes serán siempre pocos y confiarán en los jefes nativos para mantener el orden, recoger los impuestos y organizar granjas de cultivos como el algodón, el café y el sésamo.

A pesar de que la administración colonial alemana lleva a Tanganica, nuevos cultivos, ferrocarriles y carreteras, el gobierno de los europeos provoca la resistencia africana. Entre 1891 y 1894, los Hehe -dirigidos por el jefe Mkwawa- se resisten a la expansión alemana, pero son finalmente derrotados. Tras un periodo de guerra de guerrilla warfare, Mkwawa acaba suicidándose en 1898. La resistencia culmina con la rebelión Maji Maji de 1905–1907. La revuelta, que une temporalmente a varias tribus meridionales y que sólo acabará después de que unos 120.000 africanos mueran en el conflicto o por el hambre, será considerada por la mayoría de los tanzanos como el primer fenómeno de nacionalismo, aunque muchos historiadores discreparán de esta conclusión.