Año aproximado del nacimiento de SIDDHARTA GAUTAMA (563-483 aC), hijo de un rey del sur de Nepal. Decidió abandonar la vida de palacio y buscar la liberación del dolor físico u moral del hombre. Sus seguidores le llamaron \”El Iluminado\”, es decir, BUDA, y fue el fundador del budismo, una de las religiones más importantes de la historia de la humanidad. La vida de BUDA se ha presentado siempre con características legendarias y con episodios que ofrecen gran parecido con el cristianismo. A la edad de 80 años alcanzó el Nirvana.

Sidharta Gautama, el BUDA alcanza la “iluminación”, en la fecha, en Bodh Gaya, desde entonces es y sigue siendo un lugar sagrado del budismo. El budismo se origina, pues, en las enseñanzas del BUDA, en el corazón del reino de Magadha a finales del siglo VI aC. Al principio, sólo se trata de una más de las sectas que, aunque influidas por las tradiciones del hinduismo brahmánico, reaccionan contra él.

La isla de Ceilán (hoy conocida como Sri Lanka), frente al extremo meridional de la India, es colonizada por cingaleses del sur de la India hacia el 500 aC. Los cingaleses empujan a los veddas autóctonos hacia el interior de la isla. Se producen revueltas en contra de la religión brahmánica que han introducido los cingaleses, con su gran variedad de dioses, su complicado ritual y su sistema de castas, ahora enteramente desarrollado. Y nuevas religiones aparecen en escena. La que tiene más aceptación es el budismo que por aquellos años se expande vigorosamente por la India.

La tarea misionera iniciada por el emperador ASHOKA en el 258 aC, da lugar a la transformación del budismo de secta minoritaria en una de las religiones mundiales. ASHOKA, que intenta imponer los modelos de comportamiento budista a su pueblo, adopta los principios budistas de la conducta correcta y la no violencia, garantiza a los estados vecinos sus buenas intenciones, mejora el código penal de su abuelo e intenta gobernar recurriendo sólo a la autoridad moral. Para difundir los valores budistas, emite edictos sobre la moralidad y el camino de la compasión y los hace grabar en paredes rocosas y columnas a lo largo y ancho de su imperio. Los misioneros de ASHOKA llevan el budismo a Ceilán, donde la religión arraiga profundamente.

En el siglo III aC el emperador ASHOKA de la dinastía Maurya funda la capital del Valle de Cachemira, Srinagar y después la regala junto con quinientos monasterios a una comunidad de monjes budistas. Ello convierte el valle en un importante centro de enseñanzas budistas.

El emperador ASHOKA interviene en cuestiones doctrinales y por iniciativa suya se define el canon budista en el Tercer Concilio Budista en Pataliputra (capital de Magadha y del imperio maurya), hacia el año 240 aC. ASHOKA también promoverá la difusión del budismo en el exterior y enviará misiones a Indonesia, el sur de la India, Ceilán, los estados griegos del Asia occidental y a los nómadas del centro de Asia.

Finaliza el reinado de Kadphises I, y le sucede Kadphises II al frente del pueblo nómada de los Yue-Qi. Los Yue-Qi, un pueblo de origen escita y de lengua indoeuropea que ha invadido el reino griego de Bactriana hacia el 135 aC, funda, alrededor del año 50, el primer gran imperio nómada, el Imperio Kushana. Se extenderá por todo el norte de la India y Afganistán hasta Asia central, desde el mar Aral hasta el Ganges, conquistando Gandhara y a los sacios del norte. Los kushana demuestran una gran tolerancia y eclecticismo y en sus monedas aparecen divinidades griegas, iraníes e hindúes y también la primera representación figurada de Buda.

En el año 63 dC el emperador chino, MING TI, declara oficial la religión budista en sus territorios. El budismo ha entrado en China desde la India, a lo largo de estos años del siglo I, a través de los oasis de Asia Central de la Ruta de la Seda, y, hacia el final de la dinastía HAN (220 dC) habrá establecido una razonable presencia en China. El budismo es una religión extranjera que tendrá que adaptarse a la cultura china. Al principio, los chinos rechazan una religión que predica la transmigración y el celibato, dos conceptos reñidos con sus tradiciones ancestrales de veneración a los antepasados y piedad filial. El budismo asimilará gradualmente estas tradiciones nativas.

Por vez primera se cerrará un sólido cinturón de civilización desde el Atlántico hasta el Pacífico a través de Eurasia: el Imperio romano, Partia, la India Kushana y la China de los HAN. Esto estimula toda clase de intercambios a través de ese espacio de casi 10.000 km de longitud. Es el corredor comercial de la Ruta de la Seda. Los oasis de la cuenca del Tarim, ofrecen a las caravanas los necesarios puntos de apoyo. También por esta vía, el budismo se sigue introduciendo en China extendiéndose con rapidez. Más al sur, las rutas navales del mar Arábigo, que aprovechan la alternancia de los monzones, enlazan los puertos del mar Rojo y del golfo Pérsico con los de la India, que a su vez están en relación con los de la China. Los kushana promueven un arte curiosamente sincrético llamado arte de Gandhara, el primero en el que Buda aparece con forma humana, y que denota influencia griegas e indias. El apogeo del estilo Gandhara dará lugar a los budas de Bamiyán. Dos figuras colosales, una de 55 metros de altura y la otra de 38 (destruidas en 2001)

El imperio de los kushana en la India septentrional alcanza su mayor extensión bajo el reinado de Kanishka (144-168). Las fechas de su reinado son controvertidas. El imperio kushana no está muy centralizado y el rey gobierna mediante una multitud de virreyes. Los gobernantes kushanas utilizan una ecléctica gama de títulos. La cultura kushana es igual de ecléctica, combiando los estilos helenístico, indio y del Asia central. Los gobernantes son tolerantes en cuestiones religiosas. La mayoría de los primeros reyes han sido budistas y los últimos serán hinduistas, pero todos muestran respeto por un amplio abanico de deidades persas, griegas y hasta romanas. El imperio es rico y próspero gracias al control comercial de sus rutas. Se acuñan monedas de oro de muy alta calidad fundiendo las monedas romanas que entran a raudales en el imperio para pagar objetos de lujo como la seda china.