Amadeo I pronuncia la célebre y lapidaria frase «Yo, contrario».


Amadeo I pronuncia la célebre y lapidaria frase «Yo, contrario», en un español todavía balbuceante, al negarse a disolver las Cortes en una reunión del Consejo de Ministros, que deseaba desembarazarse de la oposición parlamentaria. La negativa regia ocasionó la caída del gabinete del general Serrano.