ANTONIO CÁNOVAS DEL CASTILLO, nacido en Málaga en 1828, está afiliado, en la fecha, al Partido Moderado. En premio a sus brillantes campañas periodísticas es elegido diputado para las constituyentes de 1854.

CÁNOVAS DEL CASTILLO a lo largo de los pasados años ha sido nombrado gobernador civil de Cádiz, director general de Administración, subsecretario de Gobernación. En este año, es nombrado ministro de la Gobernación y de Ultramar y Hacienda al año siguiente.

ISABEL II en el exilio, influida por Cánovas del CASTILLO y otros monárquicos españoles que defienden la causa borbónica pero no la persona de la Reina, abdica, en la fecha, en una ceremonia considerada oficial, en el mismo Palacio de Castilla en París. Es la mejor solución. Su vida y su actuación como soberana no han dejado un buen recuerdo. En cambio, su único hijo varón, futuro ALFONSO XII, a quien ella transmite en aquel acto “libre y espontáneamente los derechos que he recibido de Dios y de la Constitución [moderada] de 1845”, es un joven sin pasado, con un presente limpio y con cualidades humanas que auguran un espléndido futuro. Derribada la monarquía en 1868 el niño ha acompañado a sus padres al exilio, para recibir la excelente educación que su madre, segura de que un día será rey, quiere para él.

De hecho, dos o tres años después de la Gloriosa, el clima en España ya es favorable a los Borbones. La burguesía periférica, especialmente la vasca y la catalana, confía en una política económica más moderna y liberal, aunque proteccionista en la industria textil. Se pide también un mayor control del movimiento? obrero. La España rural y la burocracia urbana reclaman estabilidad y el orden público asegurado. Los católicos están divididos. Los partidarios de un catolicismo tradicional apoyan al pretendiente carlista, pero otros muchos, inspirados por el propio papa Pío IX, desean el advenimiento de un monarca católico que devuelva a la Iglesia muchos de los bienes desamortizados y que apoye nuevamente la enseñanza religiosa, sin excesos de ningún tipo, sin arbitrariedades y sobre todo sin el peligroso rechazo a la modernidad que recomiendan los carlistas.

CÁNOVAS, para convertirse en la cabeza de un movímiento a favor del Borbón (Alfonso), necesita la autorización de la antigua reina, Isabel II (su madre). Ésta, influida por su nuevo amante Carlos Marfori, no simpatiza con el malagueño ni quiere darle estos poderes. Se los concede al final, pero a regañadientes y no sin evitar que se produzcan entre ellos abundantes discusiones y desplantes CÁNOVAS amenaza con abandonar la causa borbónica si Isabel no cesa en sus intrigas. Esta cede finalmente. Las circunstancias permiten que el político malagueño consiga formar en España una sólida opinión pública muy favorable a don ALFONSO.

La vuelta a un París más apaciguado, en agosto de 1871, convertido en capital de la Tercera República, significa para los jóvenes -ALFONSO y sus hermanas- la reanudación de sus actividades docentes. Pero la vida social no es la misma, con el Palacio de las Tullerías cerrado, los reyes de Francia en el exilio y muchos de sus antiguos amigos en situación precaria. Por suerte, el marqués de Alcañices no ha perdido su dinero ni su influencia y puede seguir ayudando y aconsejando a don ALFONSO. Tampoco CÁNOVAS, desde España, ha dejado de preocuparse por la suerte de la familia real. Y todos ellos piensan entonces que el joven ALFONSO, que va a cumplir catorce años, debe seguir sus estudios en otro lugar, ya no en territorio francés, sino en el Imperio austrohúngaro, a ser posible. Con ello adquiriría una formación más completa, conocería la lengua alemana y viviría entre personas de ideas y sentimientos semejantes a los suyos, en un estado monárquico y católico, no republicano y laico como Francia.

El centro escogido para la educación del futuro ALFONSO XII, fue la Ritter Akademie de Viena, recordada aún con el nombre tradicional de Theresianum. ALFONSO ingresa en 1872 y permanecerá en aquel lugar casi tres años, cuando ya habrá cumplido los dieciséis y parecerá llegado el momento de dar por terminados sus estudios humanísticos. Comenzará entonces la preparación militar de aquel futuro “rey soldado” con que sueña Antonio CÁNOVAS del Castillo.

CÁNOVAS DEL CASTILLO, en la fecha, es de nuevo elegido diputado (20/4/1872 – 28/6/1872) . Trabaja y conspira para el retorno de la dinastía borbónica.

CÁNOVAS DEL CASTILLO -jefe de los conservadores- recibe desde el mes de agosto plenos poderes de la casa real en el exilio para dirigir el movimiento Alfonsino.

Nicolás SALMERÓN, reanuda la sesión de las Cortes a las siete menos cuarto de la mañana. Comunica a los presentes que ha recibido un recado u orden del capitán general PAVÍA, por medio de dos ayudantes, para anunciar que se desaloje el local en un término perentorio. Los diputados se resisten. Se inicia un nuevo escrutinio. Poco después un batallón, dirigido por el coronel José de la Iglesia y Tompes, invade la sala y al grito de “Fuera, esto se ha acabado” disuelve la Asamblea. La resistencia al golpe prácticamente no existe. La República se ha alejado de sus bases sociales. PAVÍA, que, contra lo que querrá la frase popular, no entra a caballo en el Congreso y ni siquiera está allí presente, no quiere liquidar la República -de hecho, al día siguiente, se opondrá a los planes de CÁNOVAS en favor de la Restauración- pero con su intervención dará carpetazo al proyecto federal. CASTELAR se exilía. Los sectores monárquicos preparan la restauración borbónica y Antonio CÁNOVAS del Castillo será el artífice de todo aquel proyecto político.