JUAN II (Rey Corona de Castilla) (1406-1454)

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ÁLVARO de Luna, ayuda al rey JUAN II de Castilla a escapar de las manos del infante ENRIQUE


La primera acción evidente del nuevo conde, ÁLVARO de Luna, conde de San esteban de Gormaz, la realiza, en la fecha, ayudando al rey JUAN II de Castilla a escapar de las manos del infante ENRIQUE, aprovechando una cacería, y a refugiarse en el castillo de Montalbán. Al entretenerse ENRIQUE en su intento de volver a hacerse con el rey, su hermano JUAN tiene tiempo de movilizar tropas que contrarresten cualquier intento. JUAN II de Castilla ordena entonces a ambos hermanos que licencien sus ejércitos en tanto él decide las medidas a tomar.

Aunque el nuevo Consejo está encabezado por JUAN, Álvaro de Luna influye decisivamente en el mismo.


Aunque el nuevo Consejo está encabezado por el infante JUAN, ÁLVARO de Luna influye decisivamente en la toma de una serie de medidas -firma de nuevas treguas con Portugal y Granada y reforzamiento de la alianza con Francia- que pueden responder al peligro de una violenta reacción de ALFONSO V de Aragón.

El infante Juan controla ahora el Consejo. El infate Enrique ha sido encarcelado.


La libertad del rey provoca la renovación del Consejo, que es ahora controlado por el infante JUAN, quien lanza gravísimas acusaciones contra su hermano el infante ENRIQUE y tres de sus más estrechos colaboradores. ENRIQUE es encarcelado.

Juan II de Castilla empieza a rodearse de humanistas. El gobierno es ejercido por el infante Juan


JUAN II de Castilla empieza a rodearse de un núcleo de humanistas y a dedicar todo su tiempo y sus esfuerzos a la poesía, la música, la danza y las artes, el gobierno es ejercido, en esta etapa, por el infante aragonés JUAN, hijo del fallecido FERNANDO de Antequera.

Alfonso V de Aragón llegado a Valencia, proclama su enemistad hacia ÁLVARO de Luna.


ALFONSO V de Aragón que ha regresado de Nápoles a la península, quiere impedir el progreso de ÁLVARO de Luna junto al rey castellano JUAN II, que representaría la desaparición del partido aragonés en Castilla y de los beneficios que éste aporta. Llegado a Valencia en febrero de 1424 proclama su enemistad hacia ÁLVARO de Luna al que considera director en la sombra de la politica castellana y anuncia su decisión de intervenir militarmente para conseguir la libertad de ENRIQUE y restablecer la hegemonía de sus hermanos ENRIQUE y JUAN. Asimismo considera que el propio JUAN II, es un preso de su valido. Esta política de intromisión en los asuntos castellanos a través de los infantes de Aragón se prolongará hasta casi el final del reinado de JUAN II.

Ante la reacción de ALFONSO V de Aragón, ALVARO de Luna prefiere retirarse a un segundo plano.


Ante la reacción de ALFONSO V de Aragón, ALVARO de Luna prefiere retirarse a un segundo plano. El infante JUAN se entrevista con su hermano ENRIQUE en Torre Aracil, éste es liberado y se restablece el partido de los infantes que es encabezado por JUAN, ahora ya rey de Navarra. La recuperación de fuerzas de los infantes representa la caída de ÁLVARO de Luna, que es desterrado por una sentencia de 30 de agosto de 1427.

Se indica a Juan, rey de Navarra, que debe ser coronado en Navarra. Alfonso V recurrirá a las armas.


A finales de 1428, se indica a JUAN, rey de Navarra, que debe ser coronado en Navarra, la imposibilidad de que dos reyes convivan en un mismo reino y que debe permanecer, por tanto, en su propia tierra. Por otra parte, se desplaza a ENRIQUE hasta la frontera andaluza. Enterado de estas disposiciones ALFONSO V, que había heredado de su padre el deseo de reinar también en Castilla, anuncia que recurrirá a las armas en apoyo de sus hermanos. Pero esta vez ÁLVARO de Luna acepta el envite, lo que representa la guerra entre ambos reinos.

La invasión a lo largo del río Jalón llevada a cabo por ALFONSO V constituye un desastre.


La invasión a lo largo del río Jalón llevada a cabo por ALFONSO V constituye un desastre, especialmente porque el levantamiento en que confiaba no se produce. La batalla final se impide gracias a que la reina María de Aragón, esposa de JUAN II y hermana de ALFONSO V, se interpone entre ambos ejércitos. De todas maneras, la posición de ÁLVARO de Luna queda fortalecida por la ayuda de las Cortes y por la politica del reparto de títulos y prebendas.