FERNANDO IV el Emplazado (Rey Corona de Castilla) (1295-1312)

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SANCHO IV el Bravo, establece una alianza con DIONISIO I de Portugal.


SANCHO IV el Bravo, rey de Castilla, establece, en la fecha, una alianza con DIONISIO I de Portugal que se rubrica con la concertación del matrimonio de FERNANDO de Castilla (hijo de Sancho IV el Bravo, futuro FERNANDO IV) con CONSTANZA de Portugal.

JAIME II el Justo, pone en marcha un plan destinado a destruir la unión entre Castilla y León.


Por su parte, JAIME II el Justo, rey de Aragón, que teme el excesivo poder de Castilla, pone en marcha un plan destinado a destruir la unión entre Castilla y León. Con la connivencia de una parte importante de la nobleza castellana, pretende que Castilla sea regida por ALFONSO de la Cerda mientras que el infante JUAN debe convertirse en rey de León. El reino de Murcia sería para Aragón mientras que algunas plazas fronterizas pagarían la participación de Navarra y Portugal.

FERNANDO IV -el Emplazado- con nueve años de edad, reinará bajo la tutela de su madre Dña. MARÍA de Molina.


FERNANDO IV -el Emplazado- con nueve años de edad, bajo la tutela de su madre Dña. MARÍA de Molina, sucede a su padre Sancho IV en el trono de Castilla (1295-1312). La muerte de Sancho IV despierta todos los conflictos que habían permanecido callados hasta entonces.

El traidor infante JUAN regresa a Castilla y reclama su derecho al trono.


En efecto, el traidor infante JUAN regresa a Castilla, con el apoyo de DIONISIO de Portugal, y reclama su derecho al trono. Los nobles vuelven a la lucha para conseguir mayores privilegios.

La reina madre pacta con don ENRIQUE, tío del difunto rey, la regencia y la custodia de FERNANDO IV.


El primer paso para conseguir la solución a todos estos conflictos lo da MARÍA de Molina en las Cortes de Valladolid, celebradas el mismo año 1295. La reina madre pacta con don ENRIQUE, tío del difunto rey y que había estado preso hasta poco antes, de forma que éste será el regente pero ella conservará la custodia de FERNANDO IV.

JAIME II el Justo se lanza contra Alicante, Elche, Orihuela y Murcia a la que ocupa.


El ataque es simultáneo y aterrador. MARÍA de Molina y FERNANDO IV quedan aislados en Valladolid, mientras el reino es atacado por todas partes. DIONISIO I de Portugal remonta el Duero camino de Valladolid, JAIME II el Justo se lanza contra Alicante, Elche, Orihuela y Murcia a la que ocupa el 2 de agosto. Fernando de la Cerda, hermano de ALFONSO, con ayuda aragonesa y navarra, penetra hasta Sangüesa. El intento de ALFONSO de la Cerda para penetrar en Castilla por el sector de Cuenca fracasa. Lo cierto es que cuando DIONISIO I está llegando a Simancas, y tiene Valladolid al alcance de la mano, desiste de su empresa y regresa a Portugal. Al fracasar el intento de ALFONSO de la Cerda, JAIME II se ve obligado a cambiar de política respecto a Castilla; es decir, se alía con FERNANDO IV el heredero designado por el rey.

El rey de Granada no tarda en aprovechar la ocasión y lanza una ofensiva contra los castellanos.


El rey de Granada por su parte, no tarda en aprovechar la ocasión y pronto lanza una ofensiva contra los castellanos, aunque se ve detenido ante los muros de Tarifa, defendidos una vez más por ALONSO PÉREZ de Guzmán, el Bueno, fiel a MARÍA de Molina y al rey FERNANDO IV.

Oposición de GUZMÁN el Bueno cuando el regente intenta una paz con Mohamed II, rey de Granada.


Cuando el regente intenta una paz con Mohamed II -rey de Granada- y se muestra propicio a entregar Tarifa, se encuentra también con la resuelta oposición de GUZMÁN el Bueno, quien se niega a cederla.

Los graves peligros que amenazaban Castilla y al rey pronto se desvanecen y los partidarios del rey pueden ya pasar a la contraofensiva.


Los graves peligros que amenazaban Castilla y al rey pronto se desvanecen y hacia finales de 1296 los partidarios del rey pueden ya pasar a la contraofensiva. La fidelidad demostrada hacia su rey por el pueblo llano y por los concejos es decisiva. La resistencia que ésta hizo posible acabó transformándose en victoriosa ya que ninguno de los atacantes poseía recursos para largas campañas. La lucha acabó por medio de acuerdos por separado con cada una de las partes. Si las pérdidas territoriáles fueron mínimas, el daño económico, por el contrario, fue desolador.

Esta pieza también aparece en ... CORONA DE CASTILLA (1230-1716)