PRISCILIANISMO (PRISCILIANO)

Total de piezas: 17

PRISCILIANO, nacido en la Hispania Occidental, viaja a Burdigala (Burdeos) para formarse.


En torno al año 370, PRISCILIANO, nacido hacia la mitad del siglo IV en la Hispania Occidental, probablemente en la provincia romana de Gallaecia, viaja a Burdigala (Burdeos) para formarse con el retórico Delphidius. A las afueras de esta ciudad funda una comunidad de tendencia rigorista junto a su mentor y la mujer de éste, Eucrocia. Se le reconoce una relación con la hija de ambos, Prócula, aunque San Jerónimo hace mención a una mujer llamada Gala como su pareja oficial. PRISCILIANO es uno de los personajes del mundo religioso español de los primeros siglos que más tinta hará correr entre los especialistas. Es un hombre culto, atractivo, buen orador que predica una ascética rigurosa para dominar los apetitos. Pero todo ello con una rara mezcla de ritos ocultos y extrañas manifestaciones. Él se considera un elegido de Dios para renovar la Iglesia.

Esta pieza también aparece en ... HISPANIA ROMANA (219 aC - 415dC)

Prisciliano vuelve al noroeste peninsular y comienza su período predicante.


Hacia el 379, durante el consulado en Hispania de Ausonio y de Olybrio, PRISCILIANO regresa de Burdeos y vuelve al noroeste peninsular donde comienza su período predicante. Sus ideas obtienen gran éxito, en especial entre las mujeres y las clases populares, aunque también hay numerosos obispos -Instancio, Salviano- e intelectuales que apoyan su doctrina. Ésta persigue alcanzar la perfección a través del ascetismo y el conocimiento de las Sagradas Escrituras, al tiempo que rechaza las relaciones sexuales, defiende la igualdad de la mujer, desprecia el matrimonio, no acata la estructura jerárquica de la Iglesia y aborrece la ostentación de riquezas. Por otra parte, las llamativas características de sus actos litúrgicos, en los que se cantan y se bailan himnos, atraen a numerosos cristianos. Se dice que el mismo PRISCILIANO oraba desnudo en ocasiones como gesto de mortificación. Ante la rápida extensión de sus enseñanzas, Higinio de Córdoba, el sucesor de Osio, envía una carta informando de la situación al obispo de la sede metropolitana de Emerita Augusta (Mérida, capital de la Dioecesis Hispaniarum), Hidacio.

Celebración de un Concilio en Zaragoza. El tema principal: doctrina de Prisciliano.


Las denuncias contra PRISCILIANO provenientes de Hidacio, obispo de Mérida, y de Itacio, obispo de Algarve, ambos apoyados en la autoridad del emperador de Occidente GRACIANO, conducen a la celebración, en la fecha, de un Concilio en Zaragoza. Este Concilio, el primero conocido de la Tarraconense, se saldará con la absolución de PRISCILIANO y sus seguidores, aunque se condenarán algunos de sus ritos, demasiado vehementes para la ortodoxia romana. Tras esta victoria, PRISCILIANO es nombrado, por obispos adeptos, obispo de Ávila. Durante dos años se mantendrá la tregua entre las dos interpretaciones del cristianismo.

Hidacio e Itacio convencen al emperador GRACIANO de que decrete el exilio contra los maniqueos.


De nuevo a la carga Hidacio e Itacio convencen al emperador de Occidente GRACIANO de que decrete el exilio contra los maniqueos. Obtenido éste, lo aprovechan para incluir en él a PRISCILIANO y sus seguidores, quienes deberán abandonar Hispania.

Prisciliano decide viajar a Roma para defenderse.


PRISCILIANO decide viajar a Aquitania y posteriormente a Roma para defenderse, pero el obispo de Roma, DÁMASO (en plena pugna por obtener la primacía de la sede romana y convertirse, así, en el primer Papa “oficial”), se niega a recibirlo por no considerarse competente para anular un rescripto del emperador. Finalmente viaja a Milán, donde reside el emperador, y aprovecha la ausencia de GRACIANO para convencer a su magíster officiorum de que anule el anterior decreto imperial. De este modo puede regresar a Hispania, reafirmando la situación de su grupo y consiguiendo, de paso, que ITACIO sea acusado de perturbador de la Iglesia. El procónsul Volvencio ordena la detención del obispo antipriscilianista ITACIO y éste se ve obligado a huir a Civitas Treverorum (Tréveris), bajo el amparo del obispo Britto.

El usurpador Magno Máximo convoca un concilio en Burdeos para tratar del Priscilianismo.


En la fecha, con la llegada al trono imperial del usurpador MAGNO MÁXIMO, el obispo ITACIO -con relación al priscilianismo- repite la maniobra que ha llevado a cabo ante Graciano, aunque con más energía, ya que añade al maniqueismo las acusaciones de brujería y explotación de mujeres. MAGNO MÁXIMO, deseoso de ganarse a la Iglesia, a su vez necesitada de amparo institucional para enfrentarse a los numerosos movimientos disidentes que la asedian (arrianos, rigoristas, binionitas, patripasianos, novacianos, nicolaitas, ofitas, maniqueos, homuncionitas, catáfrigos, borboritas, o los propios priscilianistas), convoca un concilio en Burdeos para tratar la cuestión. Éste se celebrará entre 384 y 385.

Prisciliano es llamado a Burdeos para aclarar la situación en un Concilio. Prisciliano se niega a asistir.


Concilio de Burdeos (384-385). Después de muchas vicisitudes, en el año 384, PRISCILIANO es llamado a Burdeos para aclarar su situación ante el Concilio, pero PRISCILIANO se niega a asistir. Por su parte, INSTANCIO, seguidor de PRISCILIANO, se ve despojado de su carácter episcopal. Salviano, otro seguidor de PRISCILIANO ya ha muerto.

Concluye el Concilio de Burdeos con las condenas a muerte de PRISCILIANO.


Concluye el Concilio de Burdeos con las condenas a muerte de PRISCILIANO -que está en Tréveris solicitando sin éxito el amparo del emperador- y de algunos de sus adeptos. El emperador MÁXIMO envía dos comisarios a Hispania para depurar las sedes episcopales de todo rastro de priscilianismo, iniciándose una cadena de ajusticiamientos y deportaciones que acaban por despertar las iras de sectores de la iglesia oficial descontentos con el curso de los acontecimientos. MARTÍN de Tours, Jerónimo en Roma y Ambrosio de Milán representan una facción dentro del cuadro de ortodoxos leales a Roma, que se ha opuesto desde un principio a la injerencia imperial en asuntos eclesiásticos.

El cuerpo sin vida de Prisciliano es trasladado presumiblemente a Galicia.


El cuerpo sin vida de PRISCILIANO es trasladado a Hispania. Unos dicen que a Galicia, donde focos priscilianistas persistirán durante más de dos siglos. Hay incluso quien asegura que el cuerpo que hoy se venera en la catedral de Santiago de Compostela no es el del apóstol, sino el de PRISCILIANO, quien a pesar de sus ribetes heterodoxos, muchos piensan que no ha merecido ser el primero de la larga lista de víctimas que a partir de entonces pesarán sobre la conciencia de la Iglesia Católica. Parece, por otra parte, que el cuerpo de PRISCILIANO es sepultado no en el futuro Santiago de Compostela, sino en su sede de Ávila, como es costumbre universal y sagrada, lugar donde el clero y el pueblo le había aceptado por obispo. Hay reticencias por parte de algunos obispos en el caso de la condena de PRISCILIANO. AMBROSIO, obispo de Milán, rompe las relaciones con los obispos acusadores. Por otra parte, la indignación es grande entre los paganos cultos.

Tras obtener mediante tortura una confesión del mismo PRISCILIANO, éste es decapitado.


Tras obtener mediante tortura una confesión del mismo PRISCILIANO, sentando así los precedentes de la Inquisición (antecesora de la Congregación para la Doctrina de la Fe), es -en la fecha- decapitado, a pesar de la intercesión de MARTÍN de Tours para evitar derramamiento de sangre, junto a sus seguidores Felicísimo, Armenio, Eucrocia (la viuda de Delphidius), Latroniano, Aurelio y Asarino. Todos ellos se convierten en los primeros herejes ajusticiados por la Iglesia Católica a través de una institución civil (secular). PRISCILIANO es considerado por sus seguidores como mártir. A partir de PRISCILIANO, la herejía empieza a ser considerada como un delito grave que se castigará con la confiscación e incluso la muerte. Diversos edictos hasta fin de siglo, proclamarán la obligatoriedad de profesar el cristianismo que tienen todos los romanos.