LEANDRO (Arzobispo de Sevilla) (579 - 596)

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LEOVIGILDO, desea poner fin a la violenta situación familiar.


LEOVIGILDO, deseoso de poner fin a la violenta situación familiar desatada entre su segunda esposa GOSWINTHA (fiel seguidora de la doctrina arriana) e INGUNDA (de origen franco, esposa del príncipe HERMENEGILDO y firme católica convencida de su fe) resuelve alejar de la Corte a los príncipes, nombra a su hijo HERMENEGILDO duque de Andalucía y le confía el gobierno de la Bética. En Sevilla el ambiente es totalmente católico, al contrario que en Toledo. HERMENEGILDO no tarda en abrazar el cristianismo (580), tomando el nombre de Juan, impulsado por LEANDRO, futuro obispo de Sevilla. (Algunos autores defienden que LEOVIGILDO había estado primeramente casado con TEODOSIA la cual como sus ilustres hermanos, LEANDRO e ISIDORO, profesaba el catolicismo. HERMENEGILDO, en este caso, hubiese estado educado desde la niñez en el catolicismo.

RECAREDO I, rey de los visigodos, a instancias de LEANDRO, obispo de Sevilla, se convierte al catolicismo.


De las instituciones que han sobrevivido al derrumbe del Imperio Romano de Occidente es la Iglesia, sin duda, la que se mantiene con más fuerza y proyección de futuro. Pero la minoría visigoda en Hispania continúa practicando el arrianismo, a pesar de que la población hispanorromana es católica. De esta manera, dentro del reino visigodo hay dos comunidades diferenciadas por la religión. Para dar unidad al reino, RECAREDO I, rey de los visigodos, a instancias de LEANDRO, obispo de Sevilla, se convierte al catolicismo lo que provoca sublevaciones de inspiración arriana en algunas zonas (Mérida, Toledo y Septimania) que son duramente sofocadas. El hecho tiene lugar por medio de un acto de pública adhesión a la Iglesia Católica, celebrado en la ciudad de Toledo el 13 de enero del año 587. RECAREDO I hace profesión de fe ortodoxa, según el ritual que luego se seguirá para la aceptación de los godos arrianos en la Iglesia y exhorta a los obispos arrianos a seguir su ejemplo. Es el comienzo de una política institucional que pretende el acercamiento e incluso la fusión entre las dos grandes comunidades del reino: la hispanorromana católica y la goda arriana. Convertido el rey al catolicismo, la minoría visigoda se convierte con él, aunque durante algunos años seguirá habiendo obispos arrianos y obispos católicos.

Sesión inaugural del III Concilio de Toledo convocado por iniciativa del rey visigodo Recaredo. Acta fundacional del Reino visigodo católico de Toledo.


Sesión inaugural del III Concilio de Toledo convocado por iniciativa del rey visigodo Recaredo. Puede considerarse el III Concilio de Toledo como el acta fundacional del Reino visigodo católico de Toledo. Así, en las actas conciliares, el poder real recibe la denominación de “maiestas” e “imperium”, y, como los emperadores bizantinos, RECAREDO es aclamado por los padres conciliares como “orthodoxus rex”. Esta sacralización de la realeza está relacionada con la teoría piramidal del poder en la época. A su vez, se pretende poner la institución monárquica a cubierto de los ataques de la siempre levantisca nobleza visigoda. Junto al rey, destacan dos personajes: LEANDRO, obispo metropolitano de Sevilla, y el abad del monasterio Servitano, Eutropio, que son los inspiradores de la idea del concilio y luego los organizadores de la asamblea. En definitiva se ha sellado un pacto entre el poder político y la Iglesia. A partir de este momento los sucesivos concilios de Toledo tendrán tanta importancia en el campo civil como en el religioso.

RECAREDO I preside todas las sesiones del III Concilio de Toledo. El catolicismo, se convierte en la religión oficial, abjurando del arrianismo.


RECAREDO I, en la fecha, declara inaugurado el III Concilio de Toledo presidiendo todas sus sesiones e indicando con ello de forma palmaria las atribuciones de protector y vigilante que se atribuye en la nueva Iglesia junto con LEANDRO, arzobispo de Sevilla. Por las actas del Concilio sabremos que éste se divide en dos partes: la primera está dedicada a dar constancia pública de la adopción de la fe católica por el rey, RECAREDO, y su esposa, la reina Bado, el clero arriano y la nobleza y del bautizo en masa del pueblo godo. Así, el catolicismo, se convierte en la religión oficial. La segunda aprobará 23 cánones de tipo disciplinario para regular el funcionamiento, estructura y atribuciones de la nueva Iglesia del reino y delimitar las funciones gubernativas no estrictamente eclesiásticas del Estado visigodo. Se asigna a los obispos el control de las funciones civiles y de las cuestiones tributarias y se decreta que debe reunirse anualmente en una fecha fija, el 1 de noviembre. (Más adelante, en el siguiente Concilio de Toledo (633) se modificará la fecha y se pasará del otoño a la primavera, aunque nunca se logrará la regularidad.)

San Isidoro escribe verdaderos “manuales” para la formación del clero.


El ideal de vida que se propone el clero no es otro que el que ofrece la Regula pastoralis de GREGORIO I Magno, que ha enviado a su amigo LEANDRO de Sevilla por medio del presbítero Provino. San Isidoro escribe verdaderos “manuales” para la formación del clero. En el “De ecclesiasticis officiis” y en las “Sentencias”, habla de las virtudes, de la ciencia y de la actividad pastoral que desea brillen en los clérigos. Es sin duda, el ideal que él encarna en su misma vida de obispo santo, culto, pastor celoso. En su aspecto exterior se exige a los clérigos no vestir púrpura, sino utilizar el hábito talar romano, la tonsura y llevar barba. Una característica importante de la vida y espiritualidad clerical de la época es la de la vivencia e insistencia en la ley y práctica del celibato. Téngase en cuenta que el celibato se ha exigido a los presbíteros y diáconos desde comienzos del siglo IV, pero a los subdiáconos no se les exigirá hasta los Concilios toledanos VIII y IX de los años 653 (c.6) y 6S5 (c.10). Por otra parte, el dinero, la avaricia, graves faltas de caridad y la simonía ensombrecen la vida clerical.

Muere LEANDRO, obispo de Sevilla. Le sucede su hermano ISIDORO. Ambos hermanos de Santa Florentina.


Muere LEANDRO, obispo de Sevilla, el protector y agente conversor del príncipe Hermenegildo y del rey Recaredo I. Muere en su sede episcopal en olor de santidad. Con su muerte pierde el Reino Toledano a aquel que inspiró su constitución católica, una de las figuras políticas y religiosas más relevantes del momento. Le sucederá su hermano ISIDORO. Leandro ha escrito entre otros libros: “Morales” (dedicada a su amigo San Gregorio Magno), también ha escrito un tratado sobre la virginidad para su hermana, Santa FLORENTINA. Por otra parte, a lo largo del siglo VII serán innumerables los escritores de importancia como prueba del florecimiento de la iglesia visigoda española. Así: San Braulio de Zaragoza (fallecido en 646); San Ildefonso de Toledo (fallecido en 650); San Fructuoso (fallecido en 665); Tajón (fallecido en 683); San Julián de Toledo (fallecido en 690).