BATALLA DE AGINCOURT (1415)

Total de piezas: 2

El ejército inglés que ha invadido Francia, derrota al ejército francés en la batalla de Agincourt .


El ejército inglés que ha invadido Francia, se enfrenta con el grueso del ejército francés en Agincourt. Enrique V dispone cuidadosamente la línea de batalla, una distancia corta flanqueada a ambos lados por densos bosques. Esto estrecha el área de combate, y no permite a los franceses -dirigidos por Carlos de Albret- aprovechar su superioridad de tres a uno. El espacio que se abre enfrente está empapado por las continuas lluvias, y seguramente la caballería pesada que forma el grueso de las fuerzas francesas se hundirá en el fango. Los ingleses sólo cuentan con 9.000 hombres, pero 8.000 de ellos van armados con arcos largos. Al parecer, el general francés se propone librar una batalla defensiva, aguardando a ENRIQUE y obligándole a abandonar su segura línea. Los jinetes franceses, sin embargo, nada han aprendido de un siglo de derrotas desde Courtrai a Nicópolis, y al observar el reducido número de ingleses, su falta de caballería y su aspecto mísero, deciden cargar; sólo cargar. Y, en efecto, cargan. Se atascan en el barro, y empiezan los terribles disparos de los arcos de 90 cm de longitud de los ingleses, con la consiguiente carnicería de franceses. La victoria inglesa es total.

Matanza final que remata la batalla de Agincourt


La batalla de Agincourt ha comenzado y concluido en apenas media hora. Pero a primera hora de la tarde sucede algo inesperado. El señor de toda aquella zona y otros hombres de armas autóctonos, atacan por cuenta propia la retaguardia de ENRIQUE V y, aprovechando la relajación de la victoria, irrumpen en su campamento, matando a sus ocupantes (pajes y personal no combatiente). Al mismo tiempo, los jinetes de la tercera división francesa, aquellos que se han dispersado y huido sin combatir, se arrepienten de su conducta, reunen a 600 de aquellos hombres de armas fugitivos y llevan a cabo un último ataque montado que, como los anteriores, se estrella contra los ingleses. ENRIQUE V, ordena pasar por las armas a todos los prisioneros. La mayoría de ellos son ejecutados. Como los franceses llevan armaduras, los ingleses armados de hachas los matan quitándoles el yelmo (casco), o alzándoles las viseras, dándoles hachazos en la cara y la cabeza o, sencillamente, introduciendo las misericordias por las ranuras de las viseras. Así, con esta matanza, concluye la Batalla de Agincourt.