La polarización de Alemania se legaliza tras la creación de dos Estados alemanes: la República Federal de Alemania (RFA), o Alemania Occidental y la República Democrática Alemana (RDA) o Alemania Oriental.

La República Federal Alemana (RFA), se constituye como un Estado federal con democracia parlamentaria y con capital en Bonn, sobre la base territorial de los sectores francés, inglés y estadounidense. Los partidos mayoritarios son el Demócrata-Cristiano y el Socialdemócrata. Se nombrará un Canciller Federal (jefe de gobierno) y un Presidente Federal con competencias reducidas. Los fundamentos del Estado se fijan de tal modo que quedan a salvo incluso de una mayoría favorable a alterar el orden constitucional, resultando por tanto imposible abolir la democracia por vía “legal”, con el fin de evitar lo ocurrido en 1933 cuando los nazis accedieron al poder.

Entra en vigor la nueva constitución de la República Federal Alemana (RFA). Esta Constitución ha sido promulgada el día anterior. La RFA nace en las peores condiciones , entre las ruínas de un desastre bélico sin precedentes y de la vergüenza por la responsabilidad nacional en este desastre. Los tres sectores aliados -EEUU., Inglaterra y Francia- pasan el encargo de redactar una nueva Constitución a los presidentes de los länder. Estos crean un Consejo Constituyente formado por diputados regionales y asistido por una comisión asesora de 25 miembros, compuesta por juristas. Casi todos estos juristas, padres de la Constitución, estaban en activo durante el nazismo. En Alemania, las constituciones no son enumeración de derechos conquistados, sino mera proclamación de ideas y principios. Hasta 1918, el país ha sido una monarquía absolutista. Luego vinieron 14 años de República de Weimar – en la que desde 1920, el ejército fue una especie de segundo gobierno-y doce de nazismo.

En la RFA, después de la entrada en vigor de la Ley Fundamental o Constitución, las primeras elecciones, en la fecha, dan la victoria a la Unión Cristianodemócrata. Teodor HEUSS es elegido para el cargo de presidente de la nueva República.

En Alemania, el doctor Konrad ADENAUER del CDU es nombrado canciller del gobierno (1949-1963) establecido en Bonn. Se inicia así la experiencia de una Alemania democrática bajo la competencia política entre cristianodemócratas, socialdemócratas y liberales.

Como respuesta a la fundación de la República Federal Alemana, se crea en el este de Alemania, la zona de ocupación soviética, la República Democrática Alemana (RDA), donde se gobernará por medio de una dictadura de partido único y signo marxista-leninista (dominada por el partido oficial SED). Su capital será Pankow; más tarde se trasladará a Berlín. En la fecha, entra en vigor la Constitución de la República Democrática Alemana (RDA).

En la fecha, la RFA ingresa en el Consejo de Europa y en 1951 se adherirá al Plan Schuman. El gobierno de Bonn es autorizado a establecer un ministerio de Asuntos Exteriores y a enviar embajadores a países extranjeros.

La Unión Europea de momento es un híbrido entre la simple cooperación que quieren los británicos y algunos otros o la auténtica integración política federal que quiere Alemania y de la que duda a menudo Francia. Schuman dice que las fronteras son “las cicatrices de la historia”.

El resultado de la propuesta lanzada por Robert Schuman (Ministro de finanzas de Francia) en 1950, surge en 1951. En efecto, Francia, la RFA, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo (“los seis”), firman el Tratado de París por el que se crea la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA). Jean Monnet (Francia), será el presidente de la Alta Autoridad y Paul-Henri Spaak (Bélgica) el de la Asamblea; dos de las instituciones de la Comunidad, junto a un Consejo Especial de Ministros y un Tribunal de Justicia.

Fritz Bauer nacido en Stuttgart, detenido por la Gestapo en 1933 por ser miembro del SPD y expulsado de la judicatura por su origen judío, regresó en 1949 a los juzgados dispuesto a participar en la reconstrucción, física y moral, del país. Bauer es el iniciador del proceso Remer, de 1952, contra el general nazi Otto Ernst Remer, por difamación y calumnia contra los conspiradores de la operación Valquiria, que intentaron matar a Hitler el 20 de julio de 1944. Remer los tachaba de “traidores a la patria” y el gobierno parecía de acuerdo, pues negaba la pensión de viudedad a la esposa de Claus von Stauffenberg, principal conspirador. Remer fue condenado a tres meses, que elude huyendo a España, donde morirá en Marbella en 1997 tras un largo historial de negación del holocausto. Pero la resistencia es rehabilitada: ya no se pudo tachar de “traidores” a sus protagonistas.