Las primeras noticias históricas acerca del pueblo prusiano o boruso se remontan a los s. IX y X. Aunque a partir del s. X hubo diversos intentos, hasta el s. XIII no se emprende una cristianización sistemática del país. Polonia, deseosa de alcanzar una salida al mar, y los monjes cistercienses, que habían establecido un monasterio junto a la actual Danzing, lo habían intentado sin resultado.

Ante los escasos éxitos en Hungría, la Orden Teutónica, responde en 1225 a una solicitud de ayuda del duque polaco de Mazovia, que desea someter y cristianizar a los prusianos, bálticos emparentados con los lituanos.

Por la Bula de Oro de Rímini, de la fecha, FEDERICO II, emperador del Sacro Imperio Romano, encarga a la Orden Teutónica la conquista de Prusia. El Emperador FEDERICO II Hohenstaufen ha otorgado a los teutones todos los privilegios de los príncipes del Imperio en la Bula de Oro de Rimini, como el derecho de soberanía sobre los territorios conquistados, con soberanía papal nominal.

La Orden Teutónica inicia la difícil conquista de las tierras prusianas, secundada por cruzados polacos, bohemios y alemanes y respaldada por la autoridad del Papado y del emperador germánico. Los obispos alemanes lanzan una cruzada permanente contra los pueblos del Este. Hasta fines del s. XIII se producirán diversos levantamientos prusianos.

A principios del s. XIV toda Prusia ha quedado sometida, cristianizada y germanizada. Los prusianos han sido convertidos a la fuerza. Se hace venir a la región a numerosos colonos alemanes y se instaura, de hecho, un Estado independiente (conocido más tarde con el nombre de Prusia). Así se consolida una importante cabeza de puente alemana que se convierte en amenaza constante para los países de su alrededor. Los Caballeros Teutónicos? se convierten en una gran potencia territorial en Prusia, Polonia y las fronteras eslavas. Fundan diversas ciudades alemanas a lo largo del litoral meridional del mar Báltico: Riga, Koenigsberg, Memel, etc. Sus vastos dominios los convierten en uno de los más importantes productores de cereales. Malbork (Marienburg) es, en la fecha, la residencia-capital de la Orden Teutórica. Al mismo tiempo se practica una política expansionista, anexionando a Prusia la Pomerania Oriental. Sus ciudades, afiliadas a la Hansa, controlan el importante comercio entre Rusia y Polonia de cereales, ganado, pieles y ámbar, este último artículo controlado directamente por la Orden Teutónica.

Pronto entre la Orden Teutónica y el Papado se plantean problemas de atribuciones jurisdiccionales, y al mismo tiempo se manifiesta entre la burguesía y la nobleza terrateniente el deseo de sacudirse la soberanía semieclesiástica de los teutónicos. Nobleza y burguesía organizan una liga de resistencia (Liga de Lucertole). Sin embargo, la Orden no sólo tiene problemas internos; temerosa de la presión que ejercen sobre sus territorios los lituanos y los polacos, amplía sus dominios incorporando Neumark (1402) para obtener un puente de contacto con Brandeburgo. La Orden Teutónica encabeza en el este de Alemania una cruzada contra los prusianos paganos. Los caballeros teutones abren la ruta del mar Báltico a la Iglesia y a los comerciantes alemanes.

Jagellón (LADISLAO II), que ahora reina en Polonia-Lituania, se vuelve contra los Caballeros teutónicos. Forma parte del ejército que reune un contingente bohemio bajo el mando de Juan Zizka, que tantos logros iba a cosechar más tarde en las guerras husitas. Tampoco faltan tropas de los principados rusos e incluso tártaros. El 15 de julio de 1410 se libra la batalla de Tannenberg, inmediatamente al sur del territorio prusiano de los Caballeros teutónicos, y estos últimos sufren una derrota completa. LADISLAO II redondea esta acción con incursiones devastadoras contra Prusia, pero ha de desistir de ellas porque la levantisca nobleza polaca (toda ella) está promoviendo tumultos en su retaguardia.

Desde 1412 Brandeburgo y posteriormente Brandeburgo-Prusia, son dominados por los duques de Hohenzollern, quienes se coronan en la ciudad de Königsberg, (actualmente Kaliningrado), como reyes de Prusia.

CASIMIRO IV es rey de Polonia (1447-1492). No es un guerrero ni un hombre culto, pero sí un diplomático paciente del tipo de Luis XI de Francia. Claro que puede luchar cuando debe hacerlo. Los prusianos se han levantado contra los Caballeros teutónicos, y solicitan la ayuda de CASIMIRO. Éste se la brinda, y aunque la guerra no está jalonada de grandes éxitos por ninguno de los dos bandos, acaba con un tratado de paz el 19 de octubre de 1466, por el que Polonia gana una salida al mar Báltico. El hijo de CASIMIRO reinará como LADISLAO II en Bohemia y Hungría. Otro de los hijos de Casimiro, Juan ALBERTO accede al trono de Polonia (1492-1501) a la muerte de su padre.

La siguiente etapa de los Caballeros Teutónicos se desarrolla en Mergentheim en Franconia, heredera de las posesiones restantes tras la pérdida de Prusia (1524-1805).