Víctor Manuel I de Cerdeña regresa a la península tras la caída de Napoleón. Génova es incorporada a sus territorios, con el fin de que Cerdeña oponga una barrera más consistente al expansionismo francés. Instituye un régimen reaccionario, como todos los de Italia. Pero los italianos han tomado el gusto a la mayor libertad y al gobierno más eficaz implantados por los franceses, bajo los cuales han estado unidos de un modo u otro en reinos más extensos. Empiezan, pues, a reclamar libertad y la unidad nacional. Los pequeños Estados, todos los cuales se hallan más o menos sometidos a la sofocante influencia de Austria, ya no les satisfacen.

En Cerdeña, Víctor MANUEL I es obligado a abdicar el 12 de marzo de 1821, y se elabora una constitución. Pero transcurrido un mes, tropas austríacas -siguiendo las conclusiones del Congreso de Laibach- ponen fin a esa situación.

El rey de Cerdenya declara la guerra a Austria, en la fecha, e invade Lombardía y Venecia, esperando someter aquella área a la Casa de Saboya. Así, en el breve espacio de aquellos días, toda la estructura que tiene su base en Viena salta hecha pedazos: el Imperio austriaco se ha desmembrado en sus principales componentes, Prusia ha cedido ante los revolucionarios, toda Alemania se prepara para su unificación, y la guerra arrecia en Italia.

En 1855 Camilo Benso se une a Gran Bretaña y Francia contra Rusia en la guerra de Crimea. Cerdenya no tiene interés alguno en la guerra en sí, y no logra ninguna ventaja material, pero se gana la buena voluntad de las dos potencias occidentales. También la conferencia de paz que sigue le brinda la oportunidad de exponer la necesidad de una Italia unida.

El reino de Cerdenya, que controla la zona continental de Saboya, en Italia, se constituye en paladín de la reunificación italiana. Algunos de los adversarios son poco poderosos para el ejército de Cerdenya, pero otros, como Austria que controla casi toda la zona norte de Italia, son fuertes. A fin de lograr su empeño el reino de Cerdenya llega a un acuerdo secreto con Francia. NAPOLEÓN III, emperador de Francia pretende la hegemonía en Europa continental y Austria es un adversario para tal intento. Además, la creación de un reino italiano aliado sirve para reforzar la posición francesa con vistas a un enfrentamiento con Prusia. Así las cosas en 1859 crece la tensión entre Austria, Cerdenya y Francia desembocando en una guerra. En efecto, el 23 de abril de 1859 Austria solicita la desmovilización de Cerdenya. Esta se niega, y así empieza la guerra de unificación italiana.

El 24 de junio se desarrolla una batalla donde franceses y sardos se enfrentan a los austríacos en Solferino, cerca de la frontera veneciana. Los franceses llevan la mejor parte. El fundador de la Cruz Roja Henri Dunant, se encuentra en Italia en viaje de negocios. En la tarde del día de la batalla en Solferino, más sangrienta que la batalla de Waterloo, Dunant se da cuenta de que los 40.000 heridos quedan en un abandono casi total y se indigna al ver morir a tantos hombres a su alrededor a causa de la impericia de la intendencia, y de que los servicios de sanidad son casi inexistentes. Esta batalla, entre tropas franco-sardas y austrohúngaras, retrasa la independencia de Italia.

La expedición de los Mil (también llamado expedición de los camisas rojas) es un famoso episodio del risorgimento italiano que tuvo lugar en 1860. La expedición consistió en un contingente de 1089 hombres bajo el mando de Giuseppe Garibaldi enviados por el Reino de Cerdeña. El grupo parte de la playa de Quarto (en la actualidad Quarto dei Mille, en Génova) y desembarcará en Sicilia occidental.

El 21 de octubre de 1860, Nápoles y Sicilia se unen a Cerdeña, consagrando con votaciones plebiscitarias su unión con Italia, convirtiéndose en parte integrante del territorio nacional italiano. Desde entonces, la historia siciliana ha estado vinculada estrechamente a la de Italia.