En Rusia, en 1612 una asamblea nacional elige zar a Mijaíl Fiódorovich Románov, MIGUEL I (1612-1645), primo segundo de Iván el Terrible. Miguel sólo cuenta 16 años y siempre ha estado dominado por su familia, pero Rusia está ya cansada de tanta anarquía y apoya al zar. Ello permite a Miguel (o a quienes le controlan) incrementar la autoridad del zar, sometiendo casi a los boyardos, y reforzando la condición servil del campesinado.
MIGUEL I (Romanov) (Zar de Rusia) (1612-1645)
Total de piezas: 5
Primer zar de Rusia de la Casa Romanov
(Ver Genealogía de los zares y emperadores de Rusia de la Casa Romanov)
Comienza el reinado de la dinastía de los Romanov en Rusia con el nombramiento de Miguel I Romanov.
Comienza el reinado de la dinastía de los Romanov en Rusia con el nombramiento de Miguel I Romanov.
Fracasa la invasión polaca de Rusia; el ejército invasor es derrotado junto al Kremlin.
Fracasa la invasión polaca de Rusia; el ejército invasor es derrotado junto al Kremlin. Como consecuencia de ello será entronizado en Rusia, al año siguiente, Miguel I Romanov, que iniciará una dinastía de tres siglos.
En Rusia, una asamblea nacional elige zar a MIGUEL I (1612-1645), empieza la familia Romanov
En Rusia, la familia Romanov ha ganado influencia durante el Gran Interregno generada por la muerte de Iván IV (1584). Una asamblea nacional nombra zar -en la fecha- a MIGUEL I (1612-1645), primo segundo de Iván el Terrible. MIGUEL I sólo cuenta 16 años y está dominado por su familia, pero Rusia está cansada de tanta anarquía y apoya al zar. Ello permitirá a MIGUEL (o a quienes le controlan) incrementar la autoridad del zar, sometiendo casi a los boyardos, y reforzando la condición servil del campesinado.
Muere el zar de Rusia Miguel I y le sucede su hijo que reinará como Alejo I.
En 1645 muere el zar de Rusia Miguel I y le sucede su hijo que reinará como Alejo I (1645-1676). Durante toda la época de los desórdenes y en el reinado del débil Miguel I, aunque apenas sobrevivía en su centro de poder, Rusia tenía pioneros que avanaban por el Este, internándose en Siberia cazando animales de piel preciosa y explorando las vastas extensiones de tierra que se abrían ante ellos.