En 1184, FEDERICO Barbarroja, persiguiendo sus sueños de grandeza, logra ligar la casa de Suabia con la de Normandía, casando a su hijo ENRIQUE VI, rey de Alemania, con la heredera al trono de Sicilia, CONSTANZA de Hauteville, hermana de Guillermo I el Malo. Dicho matrimonio dará origen a la dominación de los suabos en Italia meridional, lo cual causará graves y prolongados disturbios entre el papado y el imperio.

Muere, en la fecha, el vasallo del papa Guillermo II el Bueno, rey de Sicilia y Nápoles. El reinado de GUILLERMO II el Bueno fue particularmente prolífico en cuanto al arte en Sicilia. Entre los proyectos que llevó a cabo merecen ser mencionados: la catedral del monasterio benedictino de Monreale  y la Abadía de Santa María de Maniace . También la espléndida construcción del palacio de la Zisa, que había comenzado su predecesor, fue terminada bajo su reinado. Al no tener descendencia directa, ha nombrado como heredera a su tía CONSTANZA I de Sicilia y ha obligado a los caballeros a jurarle lealtad.

En 1189, a la muerte sin descendencia de Guillermo II el Bueno, Tancredo de Lecce, su primo hermano, hijo de Roger de Apulia, se rebela y toma el control de la isla, siendo coronado como rey TANCREDO I de Sicilia (1189 – 1194). Su golpe es respaldado por el canciller y la oficialía, mientras que las reclamaciones de su rival, su tía, la hija de Roger II, CONSTANZA y su marido, ENRIQUE VI, rey de los romanos, son apoyadas por la mayoría de los nobles. TANCREDO I será un buen soldado, y su gobierno se enfrentará a grandes desafíos desde el principio.

El conflicto del papa CLEMENTE III con el emperador germano no tardará en reavivarse cuando, una vez fallecido el vasallo del Papa, Guillermo II de Sicilia y Nápoles, ENRIQUE VI, que ha sucedido a su padre Federico I Barbarroja muerto en Tierra Santa, reclama el reino siciliano haciendo valer los derechos de su esposa CONSTANZA.

El Papa CLEMENTE III, viendo peligrar su independencia si ENRIQUE VI logra su propósito, apoya la elección como rey de TANCREDO de Lecce, lo que provoca la entrada de ENRIQUE VI en Italia al frente de un gran ejército para forzar una entrevista con el Papa y conseguir el reconocimiento de su derecho sobre Sicilia. ENRIQUE VI, invade las ciudades italianas del norte para someterlas. También conquista Sicilia.

TANCREDO, Rey de Sicilia, y el emperador ENRIQUE VI se enfrentan, y a la muerte del primero en 1194, ENRIQUE VI, emperador del SIRG, es nombrado ENRIQUE I, rey de las Dos Sicilias (1194-1197) con el apoyo de un partido normando. Sicilia queda unida a la Corona imperial. Así da fin al reino normando independiente, tras un siglo de existencia. En este lapso, y gracias al eficaz gobierno normando, ha sido probablemente el reino más rico de Europa. No obstante, han sido precisas dos campañas militares (1191 y 1194-95) para vencer las múltiples resistencias que se han opuesto a su poder sobre Italia, en particular la del papa. Su proyecto es convertir el Sacro Imperio Romano Germánico en una monarquía hereditaria para sus descendientes y no electiva, como viene siendo hasta ahora.

Tras la muerte del emperador del SIRG, Enrique VI, que era rey de las Dos Sicilias, su esposa, CONSTANZA, se lleva a su hijo FEDERICO -de tres años de edad- a Sicilia, donde es coronado como FEDERICO I rey de las Dos Sicilias (1197-1212). CONSTANZA será la regente hasta su muerte unos meses después. En el breve lapso de tiempo de su regencia, llevó a cabo una obra de pacificación, expulsando a los nobles alemanes, ávidos y prepotentes, de la isla.

Fallece CONSTANZA, la madre de FEDERICO I.  Antes de su muerte, Constanza ha confiado que su hijo -de cuatro años de edad-  sea colocado bajo la custodia no de un príncipe alemán sino del Papa INOCENCIO III, un miembro de la familia de Conti di Segni relacionado con la añeja aristocracia italiana. INOCENCIO III será regente del reino de las Dos Sicilias hasta la mayoría de edad de FEDERICO I.

El Papa INOCENCIO III recobra los derechos feudales sobre el sur de Italia. Estos territorios los da en feudo a FEDERICO I, hijo de Enrique VI y de Constanza, que está bajo su custodia y que cumple su mayoría de edad. FEDERICO I será el personaje más sorprendente de su siglo, al que escandalizará más de una vez. Hijo de las más diversas civilizaciones, entremezcladas en su Sicilia natal, es más culto y más abierto que sus contemporáneos. Su curiosidad natural lo aparta de las formas tradicionales del cristianismo. Ávido de conocimientos, no duda en recurrir a la experimentación científica, profesando un total desprecio de las reglas morales de su época.

Los musulmanes  han ocupado parte de Sicilia y amenazan las costas de Italia.