POLONIA

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En los siglos posteriores (del siglo VI aC en adelante), el territorio de Polonia es objeto de varias invasiones.


En los siglos posteriores (del siglo VI aC en adelante), el territorio de Polonia es objeto de varias invasiones: desde el Este irrumpen las tribus escitas y sármatas; desde el Oeste, las celtas y las germánicas. Los invasores con frecuencia se integran, asentándose en los terrenos conquistados. Esas invasiones, aparte de la destrucción, también traen a estas tierras los logros del mundo civilizado. Estos territorios también suscitan el interés de los mercaderes: las primeras huellas de la llamada “ruta del ámbar” (desde el Báltico hasta Roma) están fechadas en el siglo V aC.

El reino ostrogodo (godos del Este) ha alcanzado su máxima extensión y su mayor poder.


En 350, el reino ostrogodo (godos del Este), que se extiende por las actuales Polonia y Ucrania, al E. del Dniéper y al N. del mar de Azov, ha alcanzado su máxima extensión y su mayor poder bajo un rey llamado ERMANARICO.

Los polanos y los vislanos aparecen entre las tribus que habitan las cuencas del Vístula y del Oder.


A principios del siglo IX, en la “Descripción de los poblados fortificados al norte del Danubio”, de la autoría del Geógrafo de Baviera (alrededor del año 850), ya aparecen los nombres de tribus concretas que habitan las cuencas del Vístula y del Oder. Entre las principales de estas tribus se encuentran: los polanos (con su centro de poder en Gniezno) y los vislanos o vistulanos (con su centro de poder en Wislica). Las ciudades situadas a lo largo de las rutas comerciales florecen gracias a los continuos contactos comerciales. Debido a los conflictos militares, las fortificaciones crecen a su alrededor y aumenta la importancia primero del jefe y luego del caudillo tribal.

La Polonia de Ios siglos X-XII, es una monarquía tratada por sus gobernantes como propiedad dinástica.


La Polonia de Ios siglos X-XII, igual que muchos otros Estados de la temprana Edad Media, es una monarquía tratada por sus gobernantes como propiedad y patrimonio dinásticos. El duque y un grupo no muy numeroso de nobles que lo rodean (antiguos jefes tribales o personas elevadas al poder por la voluntad del duque) tienen un fuerte poder centralizado. El ejército está integrado por una tropa de élite de varios miles de hombres, mantenida y equipada por el duque, así como por campesinos libres movilizados en caso de necesidad. El Estado está dividido en provincias, con arreglo a los antiguos territorios tribales. Las provincias, por su parte, se dividen en territorios que rodean los burgos, en total un centenar. En cada uno de los burgos reside el representante del duque que ejerce en su nombre el poder militar, jurídico, fiscal y administrativo, y dispone de una pequeña tropa. A los campesinos libres -que constituyen el estamento más numeroso se les impone, en nombre del duque, el deber de pagar el tributo.

MIESZKO I es el primer príncipe que reina sobre toda Polonia, históricamente conocido.


La tribu de los polanos pronto consigue la posición dominante y hacia la mitad del siglo X comienza su expansión hacia el Este: Mazovia y hacia el Oeste: Región de Lubusko y Lusacia (Luzyce). Los polanos van sometiendo sucesivamente las tribus eslavas vecinas, llegando a crear un compacto estado con un ágil sistema administrativo. El siglo X será la época de la unificación de las tribus polacas y de la construcción de un Estado moderno. De todas maneras, los alemanes, los eslavos de bohemia y de Kiev amenazan por todas partes a este país de llanuras, con fronteras mal establecidas. MIESZKO I es el primer príncipe que reina sobre toda Polonia (962-25.5.992), históricamente conocido. A MIESZKO I se le considera -junto a su hijo- los fundadores del Estado polaco. El nombre de Polonia proviene del nombre de la tribu de los polanos, es decir, gente que cultivaba los campos.

MIESZKO I acepta el bautismo e introduce a Polonia en el ámbito de la civilización europea cristiana.


El duque polaco puede elegir: mantener el paganismo y luchar por la plena independencia política (es una opción que a la larga llevaría a la catástrofe), o aceptar el bautismo y de esta manera introducir a Polonia en el ámbito de la civilización europea cristiana y, al mismo tiempo conformar las relaciones con el Imperio a base del reconocimiento limitado de su soberanía. MIESZKO I elige esta segunda posibilidad con lo cual le garantiza a Polonia las bases de su desarrollo y de la participación en la comunidad de los Estados y los pueblos de Europa. MIESZKO I reinará sobre Pormenia, la Gran y Pequeña Polonia, Mazovia y Silesia.

MIESZKO I casa con la princesa bohemia Dobrawa que es católica.


En 965 el duque MIESZKO I se casa con una hija de Boleslao I de Bohemia, Domhrowska, que es católica. En su séquito llegan a Polonia sacerdotes que se dedicarán al trabajo misionero. Por su influjo se convertirá una gran parte del pueblo polaco.