WELLESLEY: Duque de WELLINGTON (Primer ministro)(1828-1830)(1834)

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NAPOLEÓN se dirige a Bélgica en donde WELLINGTON le espera como jefe supremo de las fuerzas aliadas.


NAPOLEÓN sigue en la cima del poder. Debe enfrentarse a las tropas inglesas, prusianas, austriacas y rusas para lo que sólo cuenta con 60.000 hombres. Pero NAPOLEÓN no espera. En la fecha entra en Bélgica en donde Wellesley le espera como jefe supremo de las fuerzas aliadas cuyos gobernantes han dejado de lado sus diferencias y han reunido sus Ejércitos. El francés Ney presenta batalla a los ingleses que se hacen fuertes en Quatre-Bras. Simultánemente los prusianos resisten a duras penas en Ligny los ataques de NAPOLEÓN, hasta que se ven obligados a retirarse.

Los prusianos que huyen logran unirse a Wellesley cerca de Waterloo.


NAPOLEÓN envía fuerzas tras los prusianos el día 17. Demasiado tarde. Los prusianos logran unirse a Wellesley cerca de Waterloo.

El ejército aliado dirigido por Wellesley derrota definitivamente al Ejército imperial.


El 18 de junio de 1815, en Waterloo, cerca de Bruselas, el ejército aliado compuesto de ingleses y prusianos dirigido por Wellesley derrota definitivamente al Ejército imperial. Napoleón ha reunido un improvisado ejército de aproximadamente 125 mil soldados. En cambio, sus enemigos tienen un formidable ejército, de 943 mil hombres, compuestos por ingleses, prusianos, belgas y hannoverianos. La batalla de Waterloo pone fin, al menos, a la lucha entre Inglaterra y Francia, que ha sido continua desde hace setecientos años, desde los tiempos de Enrique II de Inglaterra. Los británicos y los franceses nunca más volverán a enfrentarse en una gran batalla terrestre. (Se ha erigido en Waterloo un monumento en forma de pirámide para conmemorarlo. Por medio de una escalera se puede acceder a la parte superior de la misma donde un mapa indica el proceso que siguió la batalla).

Wellesley, duque de Wellington, accede a primer ministro del Reino Unido (Primer mandato).


Wellesley, aureolado por sus innumerables victorias y misiones, desempeñadas siempre con éxito, es quizás el personaje británico más famoso del momento, por lo que no le es difícil acceder a altos cargos políticos y, en enero de 1828, al puesto de primer ministro. Arthur Wellesley, Duque de Wellington (primer mandato) (22 de enero de 1828 – 16 de noviembre de 1830).

Wellesley no desempeña por mucho tiempo su cargo de primer ministro. Dimite en noviembre de 1830


Wellesley, no desempeña por mucho tiempo su cargo de primer ministro, pues dimite en noviembre de 1830 por su oposición a una mayor representación del pueblo en el Parlamento británico. Y sin embargo, durante esa jefatura política, en contra de su voluntad pero en interés de la nación, que él siempre antepuso a su ideología, se aprueba la llamada Ley de Emancipación por la que los británicos recuperan todos sus derechos civiles. Posterionnente, siendo secretario del Foreíng Office, en 1834, tendrá la iniciativa de poner en práctica el Convenío de Elliot que humanizará la cruenta guerra civil en España entre carlistas y liberales. En 1846, ya con 77 años, recuperará la jefatura del Ejército, que conservará hasta su muerte.

Arthur Wellesley, Duque de Wellington, segundo mandato como primer ministro del Reino Unido.


Arthur Wellesley, Duque de Wellington (segundo mandato como primer ministro) (14 de noviembre de 1834 – 10 de diciembre de 1834).

Fallece repentinamente, Wellesley, duque de WELLINGTON, a la edad de 83 años.


Fallece, en la fecha, repentinamente, Wellesley, duque de WELLINGTON, a la edad de 83 años. La pesadumbre es realmente nacional. El difunto es una leyenda. Las ideas políticas de Wellesley procedían de la reacción a los excesos de la Revolución Francesa. Respecto a España, en sus despachos muestra una arrogancia y desdén muy típicos de los gentlemen victorianos. Trata de disminuir la cooperación hispana a sus victorias en la Península y a los guerrilleros, aunque en algunas ocasiones destaca su valía, en realidad los rechaza “por considerar nefasto cuanto tuviera su origen en movimientos populares”. Desaprobaba la Constitución de 1812 y en uno de sus despachos había escrito: “Temo que las Cortes confisquen las tierras de mis amigos los grandes. Mientras España esté gobernada por principios republicanos no podrá ser un aliado de utilidad”. En cuanto a la organización del Ejército opinaba: “Los oficiales deben pertenecer a las clases que por su familia y fortuna tengan influencia en su promoción”. Sostenía la necesidad del castigo corporal para mantener la disciplina.