WELLESLEY: Duque de WELLINGTON (Primer ministro)(1828-1830)(1834)

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El británico duque de Wellesley pasa a la ofensiva y desde Portugal entra en España.


El británico duque de Wellesley pasa a la ofensiva y, en la fecha, entra en España desde Portugal; el día 8 llegará a Plasencia y poco después, en Oropesa, se unirá a las tropas del general Gregorio Cuesta. La intención de Wellesley es destruir al ejército del mariscal Victor o, bien, obligarle a retirarse al interior para que deje de amenazar Portugal y, logrados ambos objetivos, abrir el camino hasta Madrid. A punto está de lograrlo.

En la Batalla de Talavera de la Reina los franceses son derrotados.


En la cruenta Batalla de Talavera de la Reina, en la fecha, los franceses son derrotados, perdiendo en la lucha y en la retirada más de 7.000 hombres y los hispano-británicos, cerca de 6.000. Pero los errores impedirán que pueda explotar el éxito. La falta de coordinación, que mutuamente se reprocharán Cuesta y Wellesley, inmovilizará a los vencedores, que no avanzarán hacia Madrid. En esos momentos de confusión le llegan al general británico informaciones según las que, desde Plasencia, Soult amenaza su retaguardia, por lo que ordena la retirarla por Oropesa, Puente del Arzobispo y Badajoz. La expedición y la victoria de Talavera evidencian que el ejército británico unido al español puede derrotar en campo abierto a las, hasta ahora, invencibles fuerzas napoleónicas. WELLINGTON, tras esta victoria, es nombrado generalísimo del ejército español.

Wellesley emprende la construcción de las célebres fortificaciones de Torres-Vedras, delante de Lisboa.


En la fecha, Wellesley se adentra en Portugal, después de la batalla de Talavera. Para tener un refugio seguro, Wellesley emprende la construcción de las célebres fortificaciones de Torres-Vedras, delante de Lisboa y se mantendrá a la defensiva entre el invierno de 1809 y la primavera de 1810, previendo que, como resultado de la paz de Viena, NAPOLEÓN redoblará sus esfuerzos en la Península Ibérica. Wellesley es autoritario y minucioso, por eso maneja y supervisa todo personalmente, sabiendo donde se halla la más pequeña de sus unidades y hasta su posición artillera menos importante. Por eso y porque el general es un extraordinario táctico, su línea de Torres-Vedras resultará infranqueable. Apoyándose en el ancho curso final del Tajo y en su estuario, por el Este y el Sur y en el Atlántico por el Oeste, tiende una línea fortificada de unos 40 km. de longitud, aprovechando las elevaciones, los valles y los riachuelos desde Vilafranca hasta el mar, formando una “isla” de más de mil kilómetros cuadrados, protegida y abastecida por la flota inglesa y, en tierra, por 600 cañones y 130.000 hombres.

Ingleses y portugueses baten a los franceses en la batalla de Albuera, la más dangrienta de esta guerra.


Wellesley se dispone a sitiar Badajoz, pero es informado de que Soult se apresta a socorrer la ciudad con fuerzas importantes; entonces envía un ejército de 26.000 hombres para detenerlo, al mando de su general Beresford y de los generales españoles Castaños, Blake y Carlos de España. Esa fuerza cumple la orden heroica y eficazmente en Albuera, el 16 de mayo de 1811, batiendo a los 27.000 soldados de Soult en la más sangrienta batalla de la Guerra de la Independencia.

Wellesley fija su cuartel en Freineda, muy cerca de la frontera española y frente a Fuentes de Oñoro.


Wellesley, sin embargo, convencido de la inutilidad del asedio a Badajoz, el 10 de junio retrocede hasta la ciudad de Elvas y permanece todo el verano en diferentes localidades portuguesas, cerca de la frontera, a la altura de Salamanca y Cáceres. Durante este tiempo, el mariscal Marmont le ataca infructuosamente en diversas ocasiones, hasta que, ante la resistencia de la fuerza hispano-británica, opta por retirarse hacia el Norte. Por razones tácticas, Wellesley fija su cuartel en Freineda, muy cerca de la frontera española y frente a Fuentes de Oñoro. Aquí residirá hasta el 12 de marzo de 1812 con la interrupción del mes -6 de enero a 3 de febrero- que invierte en el asedio, toma y reorganización de Ciudad Rodrigo y su región, que España le recompensará con el ducado de Ciudad Rodrigo.

El 6 de marzo, sale Wellesley de Portugal y pone sitio a Badajoz. Logrará ocuparla tras un duro asedio.


El 6 de marzo, sale Wellesley de Portugal y pone sitio a Badajoz, logrando ocuparla tras un duro asedio y un sangriento asalto, el 6 de abril de 1812. Posteriormente, debido a la presión de Martnont, se ve obligado a dirigirse hacia el Norte y, solventado el peligro, se instala en Fuenteguinaldo, a la espera de una oportunidad que calcula próxima.

Wellesley cruza el río Águeda con más de 45.000 infantes y 5.000 jinetes.


WELLESLEY siente a NAPOLEÓN lo suficientemente lejos como para iniciar en España la carnpaña que presiente decisiva. El 13 de junio de 1812 se pone en marcha y cruza el río Águeda con más de 45.000 infantes y 5.000 jinetes.

En Arapiles, apenas a 7 km. al sur de Salamanca, los 44.000 soldados del mariscal Marmont son batidos.


En Arapiles, apenas a 7 km. al sur de Salamanca, los 44.000 soldados del mariscal Marmont son batidos, en la fecha, en menos de 45 minutos. Entre los vencedores se encuentran el general Carlos de España y los guerrilleros de julián Sánchez. Wellesley considerará que la Batalla de Arapiles ha sido una de sus tres mejores victorias, siendo las otras dos las de Vitoria y Waterloo. Pese a su brevedad, la lucha es tan intensa que entre ambos bandos se producen unas diez mil bajas, repartidas casi por igual. La importancia de la victoria residirá en las pérdidas materiales francesas, sobre todo artillería y municiones y, fundamentalmente, en las consecuencias estratégicas y morales.

Wellesley entra en Madrid el 12 de agosto de 1812 siendo recibido entusiásticamente.


Wellesley entra en Madrid el 12 de agosto. En la capital de España, es recibido entusiásticamente; el Gobierno británico le concede el titulo de marqués del Duero, el portugués los de conde de Vimeiro, marqués de Torre-Vedras y duque de la Victoria y el español le nombra, Generalísimo de los ejércitos de España y le hace miembro de las órdenes de San Fernando y del Toisón de Oro. Sin embargo, no tendrá Wellesley mucho tiempo para saborear tantos honores. Su posición está expuesta a dos amenazas: una, procede del Suroeste: se trata de los ejércitos que se replegan desde Andalucía. La otra, proviene del Norte y consiste en las divisiones que, después de la Batalla de Arapiles, se están reorganizando.