JUSTINO (Filósofo y apologista griego)

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La mayor parte de los escritos de los apologistas están dirigidos a los emperadores del tiempo.


La mayor parte de los escritos de los apologistas están dirigidos a los emperadores del tiempo. Así, el primer texto apologético con el que se cuenta es el llamado Fragmento de Cuadrato, casi todo él perdido. Se trata de un texto dedicado al emperador ADRIANO. El discurso A Diogneto puede ser datado en las mismas fechas. Otra apología dedicada a ADRIANO es la de Arístides de Atenas. Entre las que se escribieron en tiempos de ANTONINO Pío se cuentan la de ARISTÓN de Pella y las dos de JUSTINO el Filósofo (nacido alrededor del año 100 en Siquén -Palestina-, y que se convirtió siendo profesor en Roma), que escribe dos apologías: una dirigida al emperador en la que pide un trato más humano para los cristianos. Y otra -“Diálogo con Trifón”- en la que defiende al cristianismo frente al judaísmo. TACIANO el Sirio escribe durante el período de Marco AURELIO haciendo una crítica a la filosofía y hasta la cultura griega. Otro apologeta del que, sin embargo, no se conservarán sus escritos es MILCIADES. Atenágoras de Atenas escribe la Súplica a favor de los cristianos. Teófilo de Antioquía escribe a “Autólico” sobre la moral cristiana y refutando una a una las críticas que se daban a los cristianos. Como apologista latino figurará Minucio Félix.

PÍO I es nombrado papa. A lo largo de su pontificado se extiende peligrosamente la herejía gnóstica


PÍO I es nombrado papa (140-155). Su pontificado transcurre mientras se extiende peligrosamente la herejía gnóstica. PÍO I cuenta con la ayuda de JUSTINO el Filósofo para combatir las diferentes querellas doctrinales.

Apologías de Justino.


Gracias a JUSTINO el Filósofo, se poseerá una descripción fidedigna de las celebraciones solemnes de la Eucaristía en el siglo II. Lo primero se leían trozos de las Sagradas Escrituras, se cantaban himnos y se hacían oraciones colectivas por los creyentes, los gobernantes y por todos los hombres. A la oración precedía una alocución del obispo o del sacerdote. La segunda parte de la ceremonia consistía en la consagración, y la tercera en la distribución de la sagrada comunión a los presentes y en llevarla también a los ausentes. De ordinario se recibía la comunión bajo las dos especies, pero podía también comulgarse bajo la sola especie de pan, como sucedía, por ejemplo, en tiempos de persecución, en que los fieles llevaban las especies sagradas consigo a sus propias casas. Aún no había en este tiempo iglesias, es decir, edificios exclusivamente destinados al culto divino.

Los gnósticos y los intelectuales paganos fuerzan a los cristianos a articular su posición.


La necesidad de hacer frente al reto gnóstico por un lado, y a los intelectuales paganos por otro, fuerza a los cristianos a articular su posición. Necesitan demostrar que hay ciertamente una comprensión del Evangelio más elevada que la simple fe, pero que no consiste en una mezcolanza de teosofía gnóstica. Una serie de cristianos cultos y con ideas escribirán defensas inteligentes de su fe librando la batalla en dos frentes, contra los críticos paganos y contra los heréticos gnósticos: JUSTINO, TACIANO, IRENEO, CLEMENTE de Alejandría, ORÍGENES, TERTULIANO de Cartago, MINUCIO, etc…

Muere decapitado en Roma, JUSTINO (100-165). Filósofo cristiano y apologista, nacido en Samaria.


Muere decapitado en Roma, JUSTINO (100-165). En sus famosos libros de Apologías (o defensa del cristianismo) nuestro santo les decía a los gobernantes de ese tiempo: ¿Por qué persiguen a los seguidores de Cristo? ¿Porque son ateos? No lo son. Creen en el Dios verdadero. ¿Porque son inmorales? No. Los cristianos observan mejor comportamiento que los de otras religiones. ¿Porque son un peligro para el gobierno? Nada de eso. Los cristianos son los ciudadanos más pacíficos del mundo. ¿Porque practican ceremonias indebidas? Y les describe enseguida cómo es el bautismo y cómo se celebra la Eucaristía, y de esa manera les demuestra que las ceremonias de los cristianos son las más santas que existen. Las actas que se conservan acerca del martirio de Justino -azotado cruelmente y después decapitado- son uno de los documentos más impresionantes que se conservan de la antigüedad. Junto a él murieron de la misma manera seis compañeros, cinco hombres y una mujer.