PEDRO (Primer Papa) (33-67)

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Entre los elegidos, se encuentra PEDRO. Éste será el primero en reconocer a Jesús como Mesías.


Entre los elegidos por JESÚS, se encuentra PEDRO. No se cuenta con más detalles sobre la vida de PEDRO que los que recoge el Nuevo Testamento, excepto por algunos documentos de Clemente Romano que tratan de los últimos años de su vida. PEDRO es un pescador judío de Galilea, oficio que ejerce con su hermano Andrés; está o ha estado casado, puesto que la curación de su suegra se recoge en los evangelios sinópticos. PEDRO es incorporado al grupo de los apóstoles a principios del ministerio de Jesús en Galilea. Será uno de los tres discípulos íntimos que son testigos de la transfiguración de Jesús (Marcos 9:1).

JESÚS constituye a uno de sus apóstoles, PEDRO, como cabeza visible de toda la Iglesia.


JESÚS distingue desde un principio al apóstol PEDRO entre todos los demás apóstoles constituyéndolo cómo primero entre ellos y como su cabeza visible, confiriéndole inmediata y personalmente el primado de jurisdicción (29-67). En efecto, cuando le encuentra por primera vez, le anuncia que cambiará su nombre de Simón por el de Cefas = roca: ‘Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú serás llamado Cefas (Jn 1,42; cf. Mc 3,16). El nombre de Cefas indica claramente el oficio para el cual le ha destinado el Señor (cf. Mt 16, 18). En todas las menciones de los apóstoles, siempre se cita en primer lugar a PEDRO. En Mt se le llama expresamente ‘el primero’ (Mt 10,2). Como, según el tiempo de la elección, Andrés precedía a PEDRO, el hecho de aparecer PEDRO en primer lugar indica su oficio de primado. Otros pasajes de los Evangelios al respecto: (Mc 5, 37), (Mt 17, 1) (Mt 26, 37) (Lc 5, 3) (Mt 17, 27) (Lc 22, 32) (Lc 24, 34; 1 Cor 15, 5) (Hech 4;7-22) (5;18-42) (9;31). Será PEDRO el primero en reconocer a JESÚS como el Hijo de Dios y como el Mesías esperado (Mc 8;29).

Lo que ocurre el día de Pentecostés señala el principio de la expansión de la Iglesia. Tres mil bautizos.


Lo que ocurre el día de Pentecostés señala el principio de la expansión del cristianismo. El miedo ha desaparecido. Abren las puertas y se lanzan a cumplir lo que el Señor JESÚS les ha mandado: “Id y predicad a todas las gentes”. En efecto, JESÚS les ha dicho que los que creyeran en Él formarían una sociedad nueva, el Reino de Dios, que abarcaría el mundo entero. PEDRO es el primero. A los peregrinos de diversos lugares, reunidos con motivo de la fiesta, les anuncia el mensaje salvador: “Ese JESÚS a quien habéis dado muerte, ha resucitado, Dios lo ha constituido Señor y Mesías, que todo Israel se entere”. Estas palabras llegan al corazón de muchos y unas tres mil personas se bautizan este día (Hech 2;41).

A consecuencia de algunos prodigios efectuados por Pedro, el número de fieles asciende a cinco mil.


Pasados unos días, también a consecuencia de algunos prodigios efectuados por PEDRO, el número de fieles asciende ostensiblemente “hasta unos cinco mil” (Hech 4;4). Así se va formando la primera comunidad cristiana, o sea la “Iglesia de Jerusalén” cuya expansión es facilitada por el recuerdo del propio JESÚS. Igual que JESÚS, estos primeros miembros de la Iglesia son judíos, hablan arameo, la lengua semítica más extendida en el Próximo Oriente. Continúan llevando una vida de judíos piadosos: rezan en el Templo, respetan las prohibiciones alimentarias, practican la circuncisión. En resumen, aparecen como un nuevo grupo judío en medio de otros muchos, fariseos, saduceos, zelotas, esenios. Algunos los llaman los “nazarenos”. Lo que les caracteriza propiamente es el bautismo en el nombre de Jesús, la asiduidad en la enseñanza de los apóstoles, en la constitución de comunidades fraternas donde los bienes son puestos en común y en la “fracción del pan”. Así empieza un gesto religioso particular que se llamará “eucaristía” (acción de dar gracias, de alegrarse) (1Cor; 11,17 y ss).

Esteban es el primero en derramar la sangre por Cristo. La Iglesia lo venera como “protomártir”.


Muchas veces el Sanedrín, que empieza a inquietarse, prohibe a los apóstoles que prediquen la nueva doctrina. Pero PEDRO responde valientemente que se debe obedecer a Dios antes que a los hombres. El odio de los opositores se concentra entonces en ESTEBAN que, dotado de gran elocuencia y grandes virtudes, lleva a cabo espectaculares conversiones. Es arrastrado ante el Sanedrín. Con un apasionado discurso, quiere mostrar al Sanedrín y al pueblo, basándose en la historia hebraica y en las predicciones de los profetas, que JESÚS es el Mesías. Cuando acusa a los jefes del pueblo de haber matado al Enviado de Dios, como en la antigüedad habían sido matados los profetas, la ira de los enemigos no puede contenerse. ESTEBAN, víctima del furor del pueblo, es arrastrado fuera de la ciudad y -según la costumbre hebrea- lapidado (Hech 7;51-57). ESTEBAN es el primero en derramar la sangre por JESÚS y, por esto, la Iglesia lo venerará como “protomártir” (término griego que significa: primer testimonio). Un tal SAULO está presente en el martirio… guardando la ropa de los que están lapidando a ESTEBAN (Hech 7;58-60).

Herodes AGRIPA, para congraciarse con los judíos, encarcela a PEDRO, pero es liberado milagrosamente.


El rey de los judíos Herodes AGRIPA I, con el favor de su amigo el emperador romano CLAUDIO I y para congraciarse con los judíos, encarcela a PEDRO en Jerusalén con la intención de matarlo en ocasión de la gran solemnidad nacional hebrea de la Pascua. Pero PEDRO será liberado milagrosamente por un ángel y podrá escapar de la muerte. Parece que, justamente entonces, PEDRO dejará Jerusalén y se dirigirá a Antioquía, capital de Siria. En efecto, está considerado como el primer obispo de la iglesia antioquena. La copa (Santo Grial) que usó Jesucristo en la última cena celebrada en el cenáculo, es llevada consigo por PEDRO a Antioquía. Después, será llevada a Roma.

En esta reunión se aceptan las tesis de Pablo y Bernabé, más abiertas que las de Santiago.


En el “Concilio de Jesusalén” se aceptan las tesis de PABLO y Bernabé, más abiertas que las de SANTIAGO el Menor, y sobre todo con un sentido claro de diferenciación entre el judaismo y el cristianismo. PEDRO, que está en Jerusalén de vuelta de Antioquía, hace de arbitro en la disputa (Hech 15;7). En adelante, a los nuevos cristianos no se les impondrán las prescripciones judías. Sin embargo se pide que, por respeto a sus hermanos de origen judío, se abstengan de comer sangre y carne sacrificada a los ídolos. Se rompe, por decirlo así, la última amarra que liga a los seguidores de JESÚS con sus orígenes judíos. Adquiere en esta asamblea particular importancia el hecho de que los apóstoles expresen la infalibilidad de lo adoptado. En efecto, notifican su decisión a las distintas iglesias con esta fórmula: “Ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros…” (Hech 15;28). La delegación de cristianos antioquenos regresa a Antioquía con PABLO y Bernabé, esta vez acompañados por algunos miembros de la Iglesia de Jerusalén.

Según la Tradición, Pedro y Pablo habrían sido los fundadores de la Iglesia en Roma.


De acuerdo con la epístola a los Gálatas, Pedro se trasladó a Antioquía, donde Pablo lo encontró más tarde (Gálatas 2:11). Según los escritos de Orígenes y de Eusebio de Cesarea en su Historia Eclesiástica (III, 36) Pedro habría sido el fundador de la Iglesia de Antioquía y después, se trasladaría a Roma, donde presidió su Iglesia hasta su muerte. Según la Tradición, Pedro y Pablo habrían sido los fundadores de la Iglesia en Roma y habrían elegido a Lino como sucesor, de acuerdo con Ireneo de Lyon en su libro Contra las Herejías. El texto de (1Pedro 5;13), que envía saludos desde la Iglesia que está en Babilonia ha sido entendido por algunos en sentido figurativo, como señal de que Pedro escribía desde Roma por el hecho que la antigua Babilonia sobre el Éufrates estaba en ruinas y el término Babilonia habría sido usado por la antigua comunidad cristiana para referirse a la Roma de los emperadores (Apocalipsis 17;5).

Epístola 1ª de S. PEDRO escrita probablemente desde Roma.


Epístola 1ª de S. PEDRO escrita probablemente desde Roma. Es enviada a los cristianos del Asia Menor. Es principalmente una exhortacion a permanecer firmes frente a la persecucion. También la epístola 2ª de PEDRO es escrita alrededor de esta fecha, quizá un poco más tarde. En contraste con 1º Pedro, que es escrita para animar a los cristianos que enfrentan la persecucion, 2ª Pedro amonesta contra los falsos maestros. Contiene muchas referencias a la segunda venida de Cristo.

PEDRO huye de Roma a causa de Nerón. Se encuentra con Jesús en la Vía Apia y le pregunta: ¿Quo vadis?.


En los hechos de Pedro XXXV (apócrifos) y en el Comentario de Origenes al Evangelio de Juan así como en el Sermón contra Auxencio de Ambrosio, se cuenta la tradición de que PEDRO -en la fecha- huye de Roma a causa de la persecución neroniana y en su huida, se encuentra con JESÚS en la Vía Apia. PEDRO le pregunta: ¿Quo vadis?. La respuesta de JESÚS es que iba a Roma para que lo crucificaran de nuevo, lo que PEDRO interpreta como una referencia indirecta a que debe regresar para sufrir el martirio. Contra lo que se afirma en ocasiones , no debería rechazarse la posibilidad de que el relato cuente con alguna base histórica. Una pequeña iglesia romana, conocida como Domine Quo Vadis y reconstruida en el siglo XVII conmemorará este episodio.