Nace en Portici, Nápoles el príncipe CARLOS (el que será Carlos IV de España) segundo hijo varón de CARLOS (Carlos III) y María Amalia de Sajonia, reyes de España. Segundogénito, será elegido rey de España en 1788 por la evidente incapacidad del mayor para gobernar.

FERNANDO, el tercer hijo -de ocho años- de Carlos VII de Nápoles, se convierte en FERNANDO III, rey de Sicilia (1759-1816) y en FERNANDO IV, rey de Nápoles (1759-1798), cuando su padre abdica para pasar a reinar en España como CARLOS III. El primero de los hijos de CARLOS III es incapaz (deficiente mental) y el segundo, CARLOS (Carlos IV), se lo lleva consigo como heredero de España.

Carlos (futuro Carlos IV de España) contrae matrimonio con su prima hermana María Luisa de Borbón-Parma (hija de Felipe, Duque de Parma) en 1765. Tendrán 14 hijos de las veinticuatro veces que María Luisa de Borbón-Parma estará embarazada, pero solo siete llegarán a la edad adulta.

En la fecha, nace en Madrid FERNANDO (que será Fernando VII), hijo del príncipe de Asturias, CARLOS, y de MARÍA LUISA de Parma.

La fortuita caída de Manuel GODOY de un caballo en una tarde septiembre de 1788 le pondrá en contacto con los entonces príncipes de Asturias, doña María Luisa de Parma y don CARLOS. Desde ese momento iniciará una ascensión meteórica en la Corte para la que se han buscado explicaciones variopintas, centrada en la relación sexual entre la futura reina y el apuesto joven.

Fallece en el Palacio Real de Madrid, después de veintinueve años de reinado, CARLOS III, rey de España. En su lecho de muerte da su últimos consejos a su hijo y futuro rey CARLOS (Carlos IV), indicándole que mantenga en su puesto al conde de FLORIDABLANCA (a pesar de haber solicitado su dimisión) y que siga con su política reformadora. Entre los aspectos más duraderos de su herencia quizá haya que destacar el avance hacia la configuración de España como nación, a la que dotó de algunos símbolos de identidad (como el himno y la bandera) e incluso de una capital digna de tal nombre, pues se ha esforzado por modernizar varias ciudades, pero sobre todas Madrid y por otra parte, crear una red radial de carreteras que cubren todo el territorio español, convergiendo sobre la capital, acrecentando la cohesión de las diversas regiones españolas. Estas son sólo algunas de las razones por las cuales Carlos III fue conocido como el «mejor Alcalde de Madrid».

El príncipe de Asturias es proclamado -en la fecha- rey en Madrid con el nombre de CARLOS IV (1789-1808). Hijo de CARLOS III y de Mª AMALIA de Sajonia. Una de sus primeras acciones de gobierno -siguiendo las instrucciones de su padre- es mantener en la presidencia de la Junta Suprema del Estado al conde de FLORIDABLANCA. Durante los dos primeros años de su reinado parecerá decidido a continuar la política reformadora de su padre CARLOS III. Por otra parte, la muerte de Carlos III y al ascenso al trono de CARLOS IV permitirán a GODOY recibir su primer ascenso: cadete supernumerario de su brigada. Después será nombrado duque de la Alcudia y participará con gran peso en el Consejo de Estado.

Francisco de Goya es nombrado pintor de Cámara de CARLOS IV. De 1814 datarán sus obras más ambiciosas acerca de los sucesos que desencadenaron la guerra: El dos y El tres de mayo de 1808 o “La carga de los mamelucos” y “Los fusilamientos del tres de mayo de 1808 en la montaña del Príncipe Pío”, nombres con los que respectivamente son también conocidos, de tremendo dramatismo.

FERNANDO (futuro Fernando VII) es jurado heredero en las Cortes en Madrid a poco de ocupar su padre -CARLOS IV- el trono. A este acto acude la representación catalana como Diputación del Principado de Catalunya, reminiscencia de la abolida Generalitat. La juventud de FERNANDO transcurre en la poco edificante corte de aquellos tiempos, dominada por Manuel GODOY.

Las Cortes españolas reunidas en Madrid y presididas por Campomanes, deciden, en la fecha, la anulación de la Ley Sálica de 1713 y la vuelta a la antigua ley española de sucesión, por la cual las mujeres tienen derecho al trono, en el caso de que no haya varones en la línea sucesoria. Esta decisión, tomada en el reinado de CARLOS IV, se mantendrá en secreto.