En España, dentro del Partido Liberal Conservador se producen desacuerdos personales, que hacen quiebra muy pronto, durante el propio año 1891. El más importante de ellos es el que separa el estilo y el entorno de Francisco SILVELA, hombre dotado de evidente elegancia y de un impreciso afán purificador, del estilo y los amigos de Romero ROBLEDO, quien encarna todos los intereses creados de los españoles en las Antillas y es el mejor especialista en “hacer” elecciones. CÁNOVAS necesita justamente un especialista en estos saberes y no puede dudar entre los dos. SILVELA, en la fecha, abandona el partido.

POLAVIEJA entra a formar parte del gobierno de intenciones regeneracionistas formado por Francisco SILVELA como Ministro de la Guerra. No se cumplirá nada de lo pactado entre POLAVIEJA y los catalanes unos meses antes.

La crisis colonial de 1898, lleva al gobierno español a imponer unos presupuestos restrictivos acompañados de una subida de impuestos para compensar el déficit. Así, el ministro de Hacienda, Fernández VILLAVERDE, del gobierno SILVELA, elabora unos presupuestos que prevén un aumento de la recaudación del Estado a base de nuevos impuestos.

Culto y brillante, Francisco SILVELA trata de introducir un cambio en los modos de gobierno incluyendo una reforma en sentido descentralizador, la introducción de la primera legislación obrera auspiciada por Eduardo DATO y la reforma de la Hacienda, obra de Fernández VILLAVERDE.

Debido a la humillante paz firmada con EEUU. por el gobierno liberal de España, por el que se pierde Cuba, las Filipinas y Puerto Rico, éste tiene que dejar, en la fecha, paso a un gobierno de derechas que será presidido por SILVELA. La regeneración del país queda inmediatamente identificada con la Iglesia, desencadenándose el siempre latente anticlericalismo. Manuel DURAN i BAS participa en este nuevo gobierno como ministro de Justicia.

El gobierno de SILVELA (4/3/1899-18/4/1900) suprime el Ministerio de Ultramar tras la pérdida de las últimas colonias españolas, desde entonces su existencia no tenía sentido. Sus competencias eran todos los asuntos relacionados con las colonias españolas en Cuba, Puerto Rico, Filipinas, Marianas, Carolinas y Palaos. Su patrimonio documental pasará a la Biblioteca Nacional.

Cuando el catalanismo alcanza la mayoría de edad política es durante el gobierno de SILVELA como obra de una nueva generación de catalanistas. El mismo fracaso de su programa regeneracionista ha tenido como consecuencia inmediata que los intereses económicos y culturales, independientes hasta el momento, elijan definitivamente la senda catalanista, pero, además, que aparezca un liderazgo nuevo tanto en lo intelectual como en lo político.

En la fecha, POLAVIEJA dimite del gobierno de SILVELA, ante la imposibilidad de realizar su programa político. POLAVIEJA a partir de la fecha ya no volverá a intervenir en la vida política.

La Junta de la Lliga de Defensa Industrial i Comercial decide, en la fecha, dar de baja a los establecimientos comerciales e industrias para dejar de pagar la contribución sin que sea ilegal. Por otra parte, la prensa madrileña, sin embargo, convertirá las razones económicas de los catalanes en un movimiento separatista y antiespañol y la tensión crecerá. Algunos gremios de Madrid, Zaragoza y Valencia se adherirán al movimiento.

El conservador Francisco SILVELA sustituye al liberal Sagasta. A.MAURA en Gobernación es el verdadero adalid del Consejo.