Nace Salvador ALLENDE Gossens en Valparaíso, hijo de una familia representativa de la clase media chilena, ilustrada y liberal. Lo suficientemente “media” para pagar los estudios de médico al joven Salvador, y lo bastante liberal para no ocultar sus simpatías por las causas de la izquierda y su vinculación al Partido Radical, una fuerza reformista y laica, la más poderosa del progresismo chileno a principio de siglo. Es un hogar con tradición. El origen de los Allende es vasco. Sus antepasados llegaron a Chile durante el siglo XVII y empiezan a destacar entre las familias aristocráticas a partir de la primera mitad del siglo XIX. El más sobresaliente de la familia fue su abuelo Ramón Allende Padín, «El Rojo», radical y gran maestro de la masonería. Éste reunía la triple condición de médico, hombre de izquierdas y masón, gran maestro de la orden en Chile. Estos serán también los caminos elegidos por el joven Salvador.

Tras unos escarceos periodísticos, la experiencia como médico abre a Salvador ALLENDE las puertas a la conciencia social en una país edificado sobre el poder oligárquico. Su tesis doctoral versa sobre Higiene mental y delincuencia, título que indica cuáles son sus inquietudes. Su trabajo en la asistencia pública de Valparaíso le hace conocedor de la realidad sanitaria de su país, con una población infantil gravemente sacudida por el raquitismo. En Valparaíso conoce también a un zapatero anarquista, Juan Demanchi, con quien trabará una gran amistad y fortalecerá, seguramente, su talante de librepensador.

Se proclama en Chile una República Socialista, que sobrevivirá sólo cien días, pero que es un hito en la historia de la izquierda chilena. Los años 30 son agitados en Chile. El país cuenta con unas clases intelectuales inquietas y un movimiento obrero organizado, golpeado por la represión de un Estado en manos del patriciado. Salvador ALLENDE vive con intensidad esa década, primero como líder estudiantil, enseguida como médico concienciado. Se hace radical, “cuando el Partido Radical era una partido avanzado”, según sus propias palabras.

En Chile, Salvador ALLENDE muy pronto juzga insuficiente el izquierdismo del Partido Radical y cruza la frontera hacia el socialismo, siendo uno de los fundadores del Partido Socialista en 1933. Con motivo de las luchas callejeras contra el dictador Carlos IBÁÑEZ del Campo, ALLENDE destaca como joven líder de la oposición.

En Chile, Salvador ALLENDE es elegido diputado.

Radicales, socialistas y comunistas se ponen de acuerdo en Chile para crear un Frente Popular, parecido a los que existen en otros países y ganan las elecciones. El radical Pedro Aguirre Cerda es el nuevo presidente con esa coalición.

Con 31 años de edad, Salvador ALLENDE es nombrado en Chile, ministro de Salud. Está en el gobierno -sacudido por continuas crisis entre comunistas y socialistas, radicales y comunistas, etc- poco más de un año, lo justo para hacer aprobar el Servicio Nacional de la Salud.

Salvador ALLENDE se casa con Hortensia Bussi a la que ha conocido hace aproximadamente un año con ocasión de un terremoto que azota Santiago. El tembloroso azar quiere que en la calle se encuentren ALLENDE, que abandona una reunión en un club político, y Hortensia, que sale precipitadamente de un cine, acompañada de un conocido de Salvador, que le presenta. Fue el comienzo de una rápida relación entre los dos. De su matrimonio nacerán tres h?ijas: Carmen Paz, Beatriz (fallecida) e Isabel. Durante las campañas políticas de Allende, Hortensia Bussi recorrerá junto a su esposo el país. Como Primera Dama, realizará entrega de ayuda humanitaria a países que sufren catástrofes humanitarias, y acompañará a Allende en sus giras internacionales.

Salvador ALLENDE, accede al Senado de Chile, la Cámara alta del Congreso, que ya no abandonará hasta llegar a la presidencia. Desde el Senado, su carisma, ambición y recursos personales le convierten en un nombre imprescindible de toda operación política desde la izquierda.

Salvador ALLENDE se presenta por primera vez a unas elecciones presidenciales en Chile. Pero no son buenos tiempos para la izquierda en un país que quiere entregarse al general IBÁÑEZ del Campo, el antiguo dictador ahora reconvertido en líder populista. Así es que el joven candidato ALLENDE ha de conformarse con un 5% de los sufragios. De todos modos en este mandato se suceden diversas huelgas generales, el 7/5/1955, el 9/1/1956…