Se mezcla con la cuestión sucesoria de la Corona de Aragón, la cuestión del cisma eclesiástico. El Papa -antipapa- aragonés PEDRO de Luna (BENEDICTO XIII. Papa de Aviñón pero huido de Aviñón y refugiado en Catalunya) que en vida del rey Martín I el Humano se había decantado hacia la sucesión de su pariente FEDERICO de Luna, hijo natural de MARTÍN el Joven, ahora se decanta decididamente hacia FERNANDO de Antequera, porque regente de Castilla como es, le mantiene aquellos reinos bajo su obediencia y espera asegurarse así la obediencia de las dos Coronas peninsulares (La Corona de Castilla y la Corona de Aragón). Por eso se esfuerza tanto como puede por el triunfo de FERNANDO de Antequera. Por otra parte, las intrigas de VIOLANTE de Bar sostenida por Francia a favor de LUIS de Calabria, hacen temer a BENEDICTO XIII el triunfo del pretendiente francés. Este triunfo representaría la ruina de BENEDICTO XIII porque Francia es su principal enemigo. Y Francia ofrece a los Parlamentos de Aragón y Catalunya, si nombran rey a LUIS de Calabria nada menos que la unión perpetua de Provenza a la Corona de Aragón.

Bajo la instigación del papa Luna, BENEDICTO XIII, el Parlamento aragonés de Alcañiz, en la fecha, prescindiendo de los demás Parlamentos, incluso del de Catalunya con el que ha alcanzado un cierto acuerdo, nombra a dos de sus elementos más destacados, el gobernador y el Justicia Mayor de Aragón (Concordia de Alcañiz), para que designen nueve compromisarios, tres por cada país (excluidos los de Mallorca y Sicilia) que, reunidos estudien las posibilidades legales y títulos de cada candidato a la sucesión y elijan, con sus votos, al más idóneo. Inmediatamente, los dos delegados presentan la lista al Parlamento catalán de Tortosa, con la amenaza de que si no la aceptan íntegramente, es la ruptura inmediata. En estas circunstancias, esa amenaza quiere decir la guerra civil y la guerra con Castilla.

El Papa BENEDICTO XIII, que busca el decisivo apoyo del de Trastámara, considera que Sicilia es un feudo propio. FERNANDO I de Antequera, rey de Aragón por el Compromiso de Caspe, consigue, en la fecha, en Tortosa, ser investido rey de Sicilia (1412-1416) que es declarada perpetuamente separada del reino de Nápoles. También es investido rey de Córcega y de Cerdeña.

BENEDICTO XIII nombra en el Reino de Mallorca, en la fecha, a un inquisidor independiente del de la Corona de Aragón.

En 1413 las relaciones entre Juan XXIII y Ladislao I (Rey de Nápoles)(1386-1414) se deterioran hasta tal punto que este invade los territorios papales obligando a Juan a huir con sus cardenales y refugiarse en Florencia donde cuenta con la protección del rey de romanos SEGISMUNDO a cambio de la convocatoria de un nuevo concilio que acabe con el cisma y que habrá de celebrarse en Constanza (Sudoeste de Alemania) en 1414, bajo la presidencia de Juan XXIII. El Papa acepta esta convocatoria aunque a regañadientes ya que SEGISMUNDO se convierte por ello en el artífice del Concilio.

De los tres papas reinantes queda sólo por reducir la obstinación de BENEDICTO XIII, y el Concilio de Constanza confía al rey de romanos SEGISMUNDO la gestión diplomática que obtenga la renuncia al presunto sumo pontificado. Le acompañan doce prelados designados expresamente por los Padres del Concilio. SEGISMUNDO rey de de Alemania y el rey de Francia envían embajadas a FERNANDO I, pidiéndole que les acompañe.

La entrevista de FERNANDO I de Aragón con BENEDICTO XIII se efectúa en Perpignan y no obtiene más resultado que una renovada excomunión al Concilio y amenazas de deposición a varios príncipes. BENEDICTO XIII, convencido de que él es el único papa legítimo, se niega vez tras vez a abdicar.

FERNANDO I, que siempre ha sido uno de los máximos apoyos de BENEDICTO XIII, aconsejado seguramente por VICENTE FERRER, hace retirar, en la fecha, después de tres requerimientos, la obediencia al papa BENEDICTO XIII, obligándole a refugiarse con algunos servidores en el castillo familiar de Peñíscola (Castellón), desde donde lanza anatema contra el rey y declara en entredicho los lugares en los que no sea publicado su decreto de excomunión. Castilla sigue con su obediencia a BENEDICTO XIII y en Catalunya y Aragón seguirá teniendo algunos partidarios. El odio de BENEDICTO XIII por FERNANDO I es tan grande que cada día reitera la excomunión contra el rey.

Los príncipes españoles que han abandonado a BENEDICTO XIII, son admitidos al Concilio de Constanza: tres castellanos, un portugués, un navarro y un catalán.

Tratado de hereje y de cismático incorregible, después de las súplicas pacíficas en favor de la solución del cisma, BENEDICTO XIII es condenado y apartado irrevocablemente el 26/7/1417 por el Concilio de Constanza.