CONRADO IV (Rey de Sicilia 1237-1254)(Emperador del SIRG)(1250-1254)

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CONRADO IV, segundo hijo de FEDERICO II, es proclamado en Viena “rey de romanos y futuro emperador”.


CONRADO IV, segundo hijo de FEDERICO II el emperador, es proclamado en Viena “rey de romanos y futuro emperador”. Luchará en Neudstat contra los tártaros de Batu-Jan, parando la irrupción de estos en Occidente.

INOCENCIO IV pretende la elección como rey de Alemania de ENRIQUE RASPE, landgrave de Turingia.


En la lucha de INOCENCIO IV contra el emperador FEDERICO II, el papa pretende la elección de ENRIQUE RASPE, landgrave de Turingia (Alemania central). Y aunque ha sido elegido rey rival en 1246-1247, en oposición a CONRADO IV de Alemania y, aunque llega a ser proclamado emperador del SIRG el 22 de mayo de 1246, nunca será reconocido como tal.

Muerto Federico II, lo sucede su hijo más joven CONRADO IV.


Muerto Federico en 1250, lo sucede su hijo más joven CONRADO IV (1250-1254). Añadirá a su título de rey de Sicilia el título imperial con la oposición del Papa INOCENCIO IV -que no concederá la coronación- que queda atrapado entre los dominios de un solo monarca. Su reinado se caracterizará por las convulsiones que sacudirán Alemania, donde parte de la nobleza se niega a reconocer la autoridad de los Hohenstaufen y, apoyada por el Papa ha escogido, en vida aún de Federico, a GUILLERMO de Holanda como emperador.

El papa INOCENCIO IV continúa su lucha contra CONRADO IV, hijo de Federico II.


Muerto Federico II, el papa INOCENCIO IV continúa su lucha contra CONRADO IV, hijo y sucesor de Federico II.

Fallece de fiebres CONRADO IV Hohenstaufen, emperador del SIRG, vencido por Guillermo de Holanda en Oppenheim.


CONRADO IV -emperador del SIRG- es excomulgado por el papa en el año 1254 y es vencido por GUILLERMO de Holanda en Oppenheim. En la fecha, fallece de fiebres. De esta manera da comienzo ese largo y turbulento período del Imperio que se ha dado en llamar Gran Interregno (1254-1273). Último representante de la dinastía de los Hohenstaufen, CONRADO IV no pudo mantener su autoridad sobre Alemania, donde los príncipes reclamaban mayores cotas de independencia, ni sobre Italia, donde el Papado constituía el más serio enemigo de la dinastía.