Nace JAIME (futuro JAIME II de Mallorca), hijo de JAIME I y de su esposa VIOLANTE de Hungría. Nace en Montpellier, la ciudad natal del propio JAIME I. Perderá a su madre cuando sólo cuente ocho años y se educará de niño en París, donde con el tiempo enviará a estudiar a sus propios hijos.

En la fecha, en la iglesia de Santa Eulalia de Palma, JAIME, de trece años de edad, hijo de JAIME I, es reconocido públicamente como heredero de Mallorca, comenzando a hacerse cargo paulatinamente de las responsabilidades de gobierno.

Para JAIME (futuro JAIME II de Mallorca) se ha negociado un matrimonio, aparentemente muy ventajoso, con Beatriz de Saboya -la familia que siglos más tarde ocupará el trono de Italia-. Sin embargo, el infante, que entonces anda por los veintiséis años, edad ya más que madura en el siglo XIII para haber contraído matrimonio, obtiene de su padre, en la fecha, el permiso, insólito para un príncipe de la época, de poderse casar con quien quiera, y, más aún, el rey de Aragón aportará la dote y el ajuar. Magnanimidad inaudita, quizá explicable porque JAIME I está preparando en estos momentos una Cruzada a Tierra Santa, que nunca llegará a realizar, lo que le predispone a la generosidad y a la ternura hacia sus hijos. JAIME eligirá como esposa a ESCLARAMUNDA, hija del conde de Foix, ROGER IV y de la aristócrata catalana Brunisenda de Cardona. Los condes de Foix están emparentados con la Casa de Barcelona y, con el tiempo, esta familia llegará a ocupar el trono de Navarra.

JAIME (futuro JAIME II de Mallorca) se casa, en la fecha, en Perpinyà, con ESCLARAMUNDA de Foix. Es un matrimonio por amor, circunstancia muy rara en la época; lo mismo que es insólita en la época, la fidelidad que el rey guardará hacia su esposa. De ESCLARAMUNDA de Foix no se ha documentado ningún retrato. Pero es una mujer excepcional en muchos aspectos y jugará un papel decisivo como consejera de su esposo. Se la describirá como “una de las mujeres más sabias y de mejor vida, y de las más honestas”. Los reyes fijan su residencia en Perpinyà, (donde hoy se conserva el imponente Palacio de los Reyes de Mallorca). En Palma, residirán en la Almudaina, que será restaurada por entonces y tendrán además residencias en otras localidades de la isla: Sineu, Manacor y Valldemosa. Falta le hace al rey tan apropiada colaboradora, porque los primeros años de su reinado serán muy complicados.

JAIME I interviene personalmente para frenar la revuelta de los musulmanes en Valencia, pero sufre una ligera derrota en Llutxent. El Rey queda muy afectado por ello, por lo que encontrándose en Alcira decide dirigirse a Poblet para ingresar en el monasterio. Muy grave se detiene en Valencia y al cabo de unos cuantos días, en la fecha, abdica en favor de los infantes PEDRO y JAIME.

En la fecha, muere en Valencia JAIME I el Conquistador. Es sepultado en Poblet. Los hijos de JAIME I y Violante de Hungría son: PEDRO, que heredará los dominios peninsulares; JAIME que heredará el reino de Mallorca; FERNANDO, muerto joven; SANCHO, que será arzobispo de Toledo; VIOLANTE casada con Alfonso X el Sabio; CONSTANZA esposa del infante Juan Manuel de Castilla; SANCHA y MARÍA religiosas; ISABEL, esposa de Felipe III el Atrevido rey de Francia y LEONOR.

JAIME II, hermano de PEDRO III el Grande, hereda por parte de su padre Jaime I: Mallorca (Mallorca, Ibiza y Formentera. Menorca está aún en manos de los musulmanes, que rinden vasallaje por ella), los condados del Rosellón y Cerdanya (que incluyen: el Capcir, el Conflent, el Vallespir y Colliure), Montpellier/Omeladès, y el pequeño enclave de la baronía de Carladès, en Auvernia.

El príncipe JAIME de la Casa Condal de Barcelona y ESCLARAMUNDA de Foix son reconocidos en Palma como reyes de acuerdo con el testamento de Jaime I el Conquistador, padre del nuevo monarca: JAIME II de Mallorca (1276-1311), a quien se conocerá como “Lo bon rei En Jaume”. (Mallorca celebra su “Diada”, su fiesta oficial, el 12/9 en recuerdo de este hecho). JAIME II y Esclaramunda de Foix pasan a ser reyes de Mallorca, condes del Rosellón/Cerdanya, señores de Montpellier/Omeladès, vizcondes de Carladès y fundadores de una dinastía que, por espacio de tres cuartos de siglo, hata 1343, gobernará este “reino en medio del mar”, como será denominado, con una franja continental en la actual Francia. Con esta herencia formará un Estado, el Reino de Mallorca, Así, pues, en lo sucesivo, los Condados de Cerdanya y Rosellón no se considerarán, en consecuencia, integrados en Catalunya. En efecto, los documentos oficiales de los siglos XVI y XVII hablan de “Catalunya y los Condados de Rosellón y Cerdanya”, con gobernadores diferentes, aunque bajo el mismo Virrey.

PEDRO el Grande marcha a Catalunya para enfrentarse (1277-1280) a un gran sector de la nobleza catalana. En efecto, PEDRO el Grande, pretende cobrar un nuevo impuesto. Esta pretensión, interpretada como una violación de las constituciones, es rechazada, y el malestar se agrava por la sucesión del condado de Urgell, herencia disputada por la Casa de Cabrera y el propio monarca. Temerosa del poder que PEDRO pueda alcanzar, la nobleza feudal catalana, acaudillada por los condes de Foix, Pallars y Urgell y también por JAIME II de Mallorca, hermano del monarca catalano-aragonés, se sublevan.

PEDRO el Grande consigue que su hermano JAIME II de Mallorca, que se encuentra entre los nobles sublevados en su calidad de conde de Rosellón y señor de Montpellier, se reconozca vasallo suyo. El documento, que firman en Perpinyà, significa la voluntad política de volver a reunir los estados catalanes, pero después, JAIME II de Mallorca lo rechazará y dirá que lo ha firmado presionado por el miedo. Aunque los territorios de la Corona que ganara Jaime I se rompen a excepción de Montpelier, que en derecho no puede segregarse de Aragón y Catalunya, se cumple con la ley, pues los reinos de Valencia y Mallorca no son patrimonio de la Corona, sino ganancias personales de Jaime I, que puede entregarlas, como hace, a quien le plazca.