REGENERACIONISMO

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La pérdida de las últimas colonias de España en América y Asia, da paso al “regeneracionismo”.


La pérdida de las últimas colonias de España en América y Asia, da paso al “regeneracionismo”. Se llama Regeneracionismo al movimiento intelectual que entre los siglos XIX y XX medita objetiva y científicamente sobre las causas de la decadencia de España como nación. Movimiento de grupos e individuos relacionados por un fondo común: la convicción de que el sistema político ha fracasado, pero también la de que ese sistema no ha agotado las posibilidades de España. Conviene, sin embargo, diferenciarlo de la Generación del 98, con la que se le suele confundir, ya que, si bien ambos movimientos expresan el mismo juicio pesimista sobre España, los regeneracionistas lo hacen de una forma objetiva, documentada y científica, mientras que la Generación de 1898 lo hace en forma más literaria, subjetiva y artística. Entre los componentes de la Generación del 98 podemos destacar a: Machado, Valle Inclán, Unamuno, Azorín, Pío Baroja, Gavinet, Ortega y Gasset, etc. También han sido llamados la “generación del desastre”. Y así ha quedado desde entonces para gran parte de la historiografía: “la generación del desastre” es la de 1898 y “el desastre” es el desafortunado acontecimiento del mismo año. Si se revisan los nombres que aparecen en los documentos que de alguna manera conforman la ideología del Regeneracionismo, se comprueba la ausencia de la izquierda. Pero si la izquierda no está presente en el 98 es porque carece de la organización y el respaldo popular indispensable.

Los escritores del Regeneracionismo reaccionan contra la descomposición del sistema canovista.


Los escritores del Regeneracionismo reaccionan contra la descomposición del sistema canovista publicando estudios y ensayos que denuncian esta situación, que llega a hacerse evidente con la derrota del técnicamente obsoleto ejército español en la guerra con Estados Unidos en 1898 y la pérdida de lo que quedaba del imperio colonial español (Cuba, Puerto Rico y las Islas Filipinas). El autor más importante de este movimiento y en cierto modo su líder fue Joaquín Costa, que causó una auténtica conmoción con sus obras Colectivismo agrario en España (1898) y Oligarquía y caciquismo como la forma actual de gobierno en España (1901)

El desarrollo del Regeneracionismo es una consecuencia directa dela alternancia de partidos.


El desarrollo del Regeneracionismo a fines del siglo XIX es una consecuencia directa de la crisis del sistema político fundado por Cánovas en la Restauración: la alternancia de partidos, que había proporcionado al país una ilusión de estabilidad y lo había librado de las Guerras carlistas, era ilusoria y se sostenía sobre la base de una gran corrupción política que impedía visualizar la efectiva miseria del pueblo y el mal reparto geográfico de una tardía revolución industrial, el caciquismo, el pucherazo electoral y el triunfo de una oligarquía económica y política, que habían relegado el papel motor de la burguesía a los reductos catalanes y vascos, adueñándose prácticamente de todo el suelo productivo del campo español mediante tramposas desamortizaciones que generaron improductivos latifundios, creando mano de obra barata en una extensa clase de jornaleros hambriento

Sube al poder un Gobierno conservador con Antonio MAURA a la cabeza.


En enero de 1907 sube al poder un Gobierno conservador con Antonio MAURA a la cabeza. Éste es el jefe indiscutible del partido conservador después de la muerte de Fernández VILLAVERDE y Romero Robledo. MAURA es consciente de que el sistema político de la Restauración carece de verdadero apoyo popular. La misión del partido conservador ha de ser, por tanto, llenar de vida las instituciones existentes apelando a lo que él denomina, siguiendo la terminología de Costa, la masa neutra que se muestra indiferente a la participación en la vida pública. Es éste, sin duda, un propósito claramente liberal y aun en ello radica una diferencia de matiz con respecto a Silvela. MAURA cuenta con el apoyo unánime de su partido, a pesar de que le ha caracterizado desde el principio un tono exigente y disciplinado con respecto a él. Así, en los treinta y tres meses de su gobierno sólo habrán dos crisis ministeriales, en Hacienda y en Guerra, por motivos de salud. Su equipo tendrá un signo derechista dentro del conservadurismo y mantendrá buenas relaciones con el Rey porque ALFONSO XIII ahora intervendrá menos en la vida política y sus relaciones con el Presidente serán siempre de respeto.

Antonio MAURA inicia su Gobierno largo, disuelve las Cortes, terceras de ALFONSO XIII.


Antonio MAURA inicia su “Gobierno largo”, disuelve las Cortes, terceras de ALFONSO XIII. Este hecho es algo incomprensible pues lo normal es que el gobierno se forme a la vista del resultado de las elecciones. Pero ese es otro cantar, lo que prueba que los gobiernos se hacen y deshacen al margen de las urnas o predeterminando el resultado, como así ocurre esta vez, igual que en las anteriores, ya que la mayoría conservadora es aplastante. MAURA convoca nuevas elecciones para el mes de abril. Este Gobierno durará casi tres años (25/1/1907 – 20/10/1909), algo insólito en el quehacer gubernamental de la época.

Antonio MAURA dispone de un amplio programa político basado en el regeneracionismo característico de la época.


Dispone Antonio MAURA de un amplio programa político basado en el regeneracionismo característico de la época. La reforma de la ley electoral de 1907 introduce novedades como el voto obligatorio, el nombramiento automático del candidato que no tenga contendiente, la determinación de la validez de las actas con la intervención del Tribunal Supremo, etc. Todas estas medidas tienden a hacer resplandecer la pureza electoral. Sin embargo, a pesar de su aprobación no evita que el comportamiento ciudadano en esencia sea el mismo. Por otra parte, MAURA intenta sacar adelante una ley de Terrorismo, pero ha de retirarla ante la oposición de los liberales y las izquierdas. El mayor interés del político conservador se centra en una ley de Administración Local cuya reforma considera un asunto de trascendental importancia y un problema capital de la política. Su idea es que los abundantes medios de los que goza la Administración central para intervenir en la vida local corrompen a ésta y es la causa de que el sistema de la Restauración sea ficticio. Su reforma consiste en ampliar considerablemente la autonomía municipal introduciendo fórmulas de representación corporativa, bastante frecuentes, y la posibilidad de una cierta descentralización regionalista a través de las mancomunidades provinciales.

Pero los regeneracionistas del 98 (otra cosa es el regeneracionismo) fracasaron como gobernantes. No gobernaron.


Pero los regeneracionistas del 98 (otra cosa es el regeneracionismo) fracasaron como gobernantes. No gobernaron. Y sucumben como políticos porque en un país atónito, políticamente desmovilizado, los regeneracionistas no son capaces de crear el instrumento de gobierno ni consiguen esa movilización de los españoles en la que dicen quieren basar la regeneración. El primer requisito -la creación de instrumentos de gobierno y, en general, de actuación política- falta en todos los casos, sin más excepción que Joaquín COSTA. En su afán de separarse, pero además de distinguirse netamente de los políticos implicados en la derrota, los regeneracionistas no se limitan a renunciar a cualquier relación con ellos, sino que van más allá: rechazan sus métodos. Repudian, en concreto, la mera posibilidad de crear un partido nuevo. Sin darse cuenta de que, en un régimen parlamentario como el que pretenden mantener, el partido politico no es una pieza fácilmente sustituible. Y, aun en el caso de que lo fuera, no ofrecen alternativa: se limitan a renunciar a ello. Al acabar el siglo, sus propulsores no se muestran capaces de movilizar en su favor la opinión del país, que continúa silenciosa.

La izquierda no figura en el regeneracionismo. Pero recoge la herencia como los demás.


La izquierda no figura en el regeneracionismo. Pero recoge la herencia como los demás. Bastará recordar el entronque de los nuevos partidos republicanos de los años veinte de la presente centuria con el pensamiento y la acción de Ortega y Gasset y el parentesco intelectual entre éste y Costa. La izquierda también halla en aquel movimiento los principios fundamentales de su proyecto de reforma de la vida española. Estamos, en suma, ante una voluntad de mejora que afecta a todo y que gana a todos. De ahí su importancia.

El proyecto regeneracionista de José Calvo Sotelo, es aplicado a partir de 1924, en lo que tiene de más esencial.


En cambio, lo que sí llegará a cumplirse es otra parte esencial del programa del regeneracionismo político: la elaboración de un Estatuto Municipal con un sentido marcadamente autonomista y descentralizador. Su principal impulsor es José CALVO SOTELO, que es Director General de Administración Local, y consigue convencer a PRIMO de RIVERA que, en este aspecto, resulta fácilmente influenciable, de que la reforma de la Administración Local es uno de los pilares fundamentales del programa regeneracionista. El proyecto está inspirado en el planteado anteriormente por Antonio MAURA pero, a diferencia de éste, el de CALVO SOTELO tiene un carácter más democrático y autonomista. En su preámbulo comienza diciendo que el Estado, para ser democrático, ha de apoyarse en municipios libres, lo que no deja de ser una afirmación sorprendente para una disposición legal de una etapa dictatorial. Por ello, no tiene nada de particular que cuando es discutido en el Consejo de Ministros surja una decidida oposición a algunos de sus aspectos más liberales, como la elección democrática de los alcaldes o el voto de la mujer. El proyecto es aprobado tras su discusión y acaba siendo aplicado, a partir de 1924, en lo que tiene de más esencial. De todas maneras, los alcaldes continuarán siendo elegidos por el Ministerio de la Gobernación, incumpliendo así el propósito regeneracionista. Un aspecto positivo que tendrá la aprobación del Estatuto es el espectacular aumento de las posibilidades de gasto y, por lo tanto, también las mejoras en la infraestructura municipal.

La Unión Patriótica incorpora en sus filas a muchos antiguos caciques con lo que demuestra su ineficacia regeneradora.


La Unión Patriótica incorpora en sus filas a muchos antiguos caciques y permite la creación de nuevos cacicazgos, con lo que demuestra su ineficacia regeneradora. La mejor prueba de ello ocurre en la provincia de Cádiz, cuna de PRIMO de RIVERA, en donde la práctica totalidad de los caciques tradicionales de la época constitucional se integran en la Unión Patriótica. La razón fundamental de la crisis del caciquismo durante el período de la Dictadura es la marginación del poder durante tanto tiempo de los partidos del turno y de que ahora accedan al poder sectores que hasta ahora han tenido una influencia muy escasa.